Segunda vía
El tenis femenino español, defendido principalmente durante los últimos años por Garbiñe Muguruza (27 años), aún en la brecha, y Carla Suárez (32), a punto de retirarse, tiene ahora una segunda vía para cosechar éxitos gracias a Paula Badosa (23) y Sara Sorribes (24), coetáneas y buenas amigas que han explotado esta temporada. Ayer en Wimbledon, la catalana se clasificó por primera vez para la tercera ronda tras vencer a la kazaja Yulia Putintseva por 6-4 y 61. Y la castellonense se quedó a un paso después de llevar al límite en el mejor partido hasta ahora del cuadro femenino (7-5, 5-7 y 6-4) a la alemana Angelique Kerber, ex número uno y campeona en 2018 y del Open de Australia y el US Open en 2016.
Badosa se sobrepuso a unos problemas estomacales (“Quizás fue por nervios, me tomé una pastilla y se me calmó”, contó después) y se empleó con fuerza y determinación, con esos golpes planos que tanto daño hacen. Acabó con una cuenta muy equilibrada de 20 ganadores y 13 errores no forzados, y un 71% de puntos ganados con primeros servicios. Mañana no se enfrentará a la cabeza de serie número tres del torneo, Elina Svitolina, porque la ucraniana se pegó un buen trompazo ante la polaca Linette (6-3 y 6-4), que será la rival de Paula. “Le encanta jugar en hierba, muy recto y tiene buen timing”, dijo sobre ella. Badosa ha pasado este año de ser la 70ª del mundo a la 33ª y ha ganado su primer título, sobre la tierra de Belgrado. “Estoy con ganas,
motivada e ilusionada. Y siempre quiero más. Soy muy ambiciosa. Miro más allá, pero debo estar concentrada partido a partido”, afirma. Su progresión ha llegado de la mano de un nuevo entrenador, Javier Martí, extenista prodigio que ha tenido un efecto en ella parecido al que le ha transmitido Silvia Soler, que también fue jugadora, a Sorribes desde que trabaja con ella.
Sara también ha experimentado un cambio importante este curso, en el que igual que su colega, ha levantado su primer trofeo WTA. Fue en Guadalajara (México), sobre arcilla. Pasó de ser 66ª en el ranking al puesto 46. Su estilo de juego es diferente, menos directo, pero más variado, con un revés cortado excelente que en hierba le da muchos réditos. Es humilde y muy trabajadora. “Necesito hacerlo mejor para ganar a estas jugadoras, pero cada vez estoy más cerca. Ese es el camino. Entre hacer las cosas bien o muy bien, la línea es muy delgada. Intento que mi nivel sea cada día un poquito mejor”, analiza.
Tanto Badosa como Sorribes representarán a la Armada en los Juegos de Tokio (hoy inician el torneo de dobles en Wimbledon para ir rodadas como pareja), junto con Garbiñe y Carla. Ayer, Paula animó desde la grada la grada a Sara, que está ilusionada con su estreno olímpico: “Es un sueño, algo asombroso. Me encantan, sigo todos los deportes y estar me hace afortunada y feliz”. Muguruza, que ya estuvo en los de Río 2016, juega hoy a las 14:30 en la central contra la tunecina Jabeur
(26 años y
24ª).
Ambición “Estoy con ganas e ilusionada, y siempre quiero más”, dice Paula Trabajo “Cada vez estoy más cerca de las mejores jugadoras”, apunta Sara