Inglaterra contra todos claves defensa
Dinamarca, último escollo de los anfitriones para alcanzar ‘su’ final. Habrá 60.000 hinchas; ninguno desplazado
Inglaterra es el único equipo del torneo que no ha encajado goles y está rompiendo todas las marcas con sus cinco encuentros imbatido. Es una roca.
En el recuerdo está la derrota en la Euro de 1996, también en Wembley y también en semifinales, ante Alemania. El seleccionador actual, Gareth Southgate, falló el penalti decisivo de la tanda, un revés del que se rehízo eliminando como técnico a los alemanes en octavos hace unos días. Ucrania tampoco fue rival luego en Roma.
La fortaleza de los ingleses se ha construido sobre su coraza defensiva. Nunca antes un equipo había permanecido imbatido en los primeros cinco partidos de la Eurocopa. Southgate juega con los dibujos. Hoy podría regresar a los tres centrales y dar entrada a Trippier como carrilero. Cualquier solución le está funcionando.
Impulso. Dinamarca, por su parte, ha dado un ejemplo de pundonor y amor propio al recuperarse de las dos primeras derrotas y, sobre todo, del shock que supuso el colapso de Eriksen. Los daneses viajaron a Londres enfadados porque no podrá haber aficionados desplazados desde su país. Todo está en contra, como lo estaba en la Eurocopa que ganaron en el 92. Las dos historias parecen entrelazarse 29 años después.
Hjulmand, el inesperado héroe del banquillo, aprovechará el tirón goleador de Dolberg y el músculo competitivo de sus futbolistas en la Premier, especialmente Schmeichel y Hojbjerg. Esa es la esperanza danesa: desquiciar a Inglaterra, recordarle sus miedos, hacerla vulnerable de nuevo. Justo lo que no quieren los 60.000 hinchas locales de Wembley. La historia les espera.