Giannis necesita ayuda
Exhibición del alero griego sin premio Phoenix, a dos triunfos de su primer anillo
Milwaukee Bucks descubrió en una noche cómo puede ganar a Phoenix Suns… y también por qué es muy probable que no vaya a ganar a Phoenix Suns. La final se marcha a Wisconsin (tercer partido mañana, 02:00 hora española) con un 2-0 que deja a los Bucks en cuidados intensivos y a los Suns, después de un solvente 118-108, a dos victorias del anillo. Y a una de pisar territorio desconocido: la franquicia de Arizona jamás ha estado a un triunfo del título. En sus dos anteriores asaltos (1976 y 1993) perdió 4-2. Así que está ante su última frontera con, además, un arrebatador aroma a campeón casi inevitable.
Casi: dice el viejo axioma de los playoffs que una eliminatoria no empieza de verdad hasta que un equipo gana fuera de su pista. Mientras tanto, se va siguiendo ese orden natural del factor cancha que en realidad acostumbra a saltar constantemente por los aires. Pero a eso tienen que agarrarse los Bucks ahora que vuelven a su cubil, en Milwaukee, para dos partidos en los que se juegan su supervivencia después de una noche en la que demostraron que saben cómo darse la oportunidad de ganar… pero fueron incapaces de aprovecharla por una simple cuestión de talento.
El que les faltó a ellos les sobró a unos Suns más exigidos pero, finalmente, superiores otra vez. Un martillo pilón que ha llegado a 118 puntos en estos dos primeros partidos. Un ritmo que ha resultado imposible de seguir para los Bucks, un equipo de arrebatos y dientes de sierra y no de cadencia fluida y constante como su rival.
Los Bucks fueron mucho más agresivos. Le hicieron la vida más difícil a Chris Paul y a Devin Booker, tapiaron su zona, cargaron la contraria, ganaron el rebote, apenas sumaron pérdidas… pero no metieron los suficientes tiros. En baloncesto, a veces, es así de sencillo. Tras un inicio muy prometedor (12-21), se descolgaron en un colapso horrendo en los últimos cinco minutos del segundo cuarto (de 41-41 a 56-45) y rozaron la remontada varias veces en la segunda parte: 71-66, 93-88… hasta un 103-97 con posesión (y triple fallado) a falta de más de cuatro minutos.
En cada punto de inflexión, en cada momento caliente, los Suns tuvieron respuesta, casi todas gracias a acciones de pura genialidad de Paul (23 puntos y 8 asistencias de menos a más: 15+6 en la segunda parte) y el maravilloso Booker, que sumó tras el descanso 21 de sus 31 tantos y acabó con 7 triples, algunos de máxima dificultad y con el marcador comprimido. Cloroformo cada vez que los Bucks ponían el despertador con la firma de un jugador que ya es una superestrella y que en cuanto acabe la final cogerá un avión para unirse al Team USA que competirá en Tokio.
A los visitantes les faltó poco… pero lo suficiente para perder. En realidad, les faltó más nivel en ataque de dos de sus tres mejores jugadores, otros dos que en unos días se irán con su selección: Khris Middleton sumó 11 puntos, Jrue Holiday, 17 y entre ambos firmaron un 12/37 en tiros de campo.
Aunque se exprimieron en defensa, sobre todo el segundo, dejaron muy solo a un Giannis Antetokounmpo colosal.
Nueve días después de casi reventarse la rodilla contra los Atlanta Hawks, el griego se dejó el corazón para mantener con vida a su equipo. Acabó con 42 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias y 3 tapones, y sumó 30 tantos en una segunda parte heroica, emocionante. Solo contra el mundo, enlazó 13 seguidos, cuando peor estaba la cosa (65-50), en un tercer cuarto que cerró con 20. El tope en un parcial de finales desde los 22 de Michael Jordan en 1993. También en el segundo partido de la serie… y también en Phoenix. Entonces los Bulls ganaron, ese partido y el título. Esta vez los Bucks perdieron y jugarán mañana, en su pista, para no descolgarse definitivamente. No están demasiado lejos, pero seguramente sí están lo suficientemente lejos de unos Suns que están a solo dos pasos de su primer anillo de campeón. Los últimos, casi siempre son los más difíciles de dar.
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Booker El escolta de los Suns hizo 21 de sus 31 puntos tras el descanso