Las Leonas piden más
España suma su 11º título, el séptimo seguido
Otra vez. Ayer, la Selección española femenina de rugby se proclamó campeona de Europa por 11ª ocasión. Las Leonas, volviendo a reivindicar que están para plazas más grandes, arrollaron a Suecia por 0-53 para alzarse con su séptimo título continental seguido. Una hegemonía que muestra su compromiso con la competitividad, pero que también retrata una situación injusta. El lugar de las chicas dirigidas por Juan González no debería ser este, entre combinados que compiten como buenamente pueden. Ellas, desde su exclusión del VI Naciones para incluir a Italia, están para más. Por ejemplo, para el Mundial que el próximo año se disputará en Inglaterra y hacia el que avanzaron con la victoria sobre las suecas, que no debe dejar de celebrarse.
Después de atropellar a Portugal (24-0), Países Bajos (522) y Suecia en este Women’s Rugby Europe Championship 2024, nomenclatura oficial del precario Europeo, España se ganó el derecho a disputar un enfrentamiento contra el último clasificado del VI Naciones por una plaza en el WXV Nivel 2,
la segunda división de la Liga Mundial de rugby, que acercaría mucho el ticket para estar en la mencionada cita planetaria, el objetivo real, tal y como quedó patente sobre el césped escandinavo de Trelleborg, donde sólo hubo un equipo.
En total, las Leonas, que nunca se relajaron, anotaron nueve ensayos, todos con menje. Esta vez, además, dejaron a cero a una Suecia que, el año pasado, al menos, se pudo llevar la alegría de ver un cinco en su marcador. España se lo negó desde el primer minuto, cuando Clara Piquero, que terminó con un póquer, se encontró
una autopista libre gracias a una combinación anterior entre Claudia Peña y Zahía Pérez. En un día de mucho viento, fue el inicio del vendaval. Que no paró. Al descanso, el marcador lucía un ya contundente 0-26. Tras el paso por los vestuarios, todo volvió al lugar en el que se había dejado. Piquero, de nuevo, fue la encargada de abrir un parcial en el que las Leonas, que dieron entrada tanto a veteranas como a debutantes (Matilda Toca, Naroa Azpitarte y Estrella Gago), siguieron castigando a las suecas, víctimas accidentales de una España que grita más.