Con Juande o sin él, Macià está en la picota
Señalado, el director deportivo ‘tienta’ al técnico
José Luis López Catalán y Ángel Haro son vicepresidentes, máximos accionistas del Consejo del Betis y, por ende, los que a priori más mandan en este club tan deprimido desde la goleada copera. Catalán desdijo ayer de alguna forma al presidente Ollero y el director deportivo Macià, que tras la conferencia de Prensa donde explicaron la destitución de Mel se mostraron “satisfechos” con la planificación. “El proyecto deportivo no está funcionando. Destituimos al entrenador y no nos va a temblar el pulso para tomar las decisiones que tengamos que tomar...”, afirmó Catalán.
La frase deja en el aire un fuerte tufo a lo ocurrido hace dos inviernos, cuando el entonces administrador judicial Bosch decidió cargarse primero a Mel y poco después, también, al director deportivo, Vlada Stosic entonces.
Eduardo Macià, por tanto, se encuentra en la picota. Con el Betis B (cuya planificación también ha supervisado el valenciano) y el primer equipo en situación crítica, con los fichajes dando una mala imagen en calidad, preparación y edad, son varios e importantes los miembros del Consejo que le han perdido la fe en el director deportivo. Si no encuentra soluciones a las salidas y los fichajes, si no trae a un entrenador que le dé pronto una vuelta a la situación (Juande Ramos es el preferido), Macià tendrá los días contados. Ahora mismo, pocos en el club apuestan porque siga más allá de junio, se quede o no el Betis en Primera División.
Macià sigue de momento negociando a dos bandas. Con Juande y, por si falla, con algunos otros candidatos. El técnico manchego pide una ficha millonaria ( casi el doble de lo que cobraba Mel), varios años de contrato y, sobre todo, plenos poderes en la parcela deportiva. Quiere decidir sobre los fichajes de manera directa, algo que le enfrentaría al propio Eduardo Macià, que aunque dijera que trabajaba codo con codo junto a Pepe Mel nunca tuvo mucha sintonía con el entrenador madrileño. De hecho, aunque Mel pidió varias veces extremos sólo llegó uno, Joaquín. Y con 34 años ya.
Catalán “Destituimos a Mel y no nos temblará el pulso en otras cosas”