Tokio2020:cuatromillonesporelapoyodeDiack
La corrupción en la Federación Internacional de Atletismo distorsionó y afectó también a la elección de sede para los Juegos Olímpicos de 2020, a los que se presentó Madrid. Así se desprende de una escueta nota a pie de página en el informe de la Agencia Mundial Antidopaje.
Lamine Diack, expresidente de la IAAF, fue miembro con voto del Comité Olímpico Internacional desde 1999 hasta di- ciembre de 2013, cuando pasó a la condición de “honorario”. El 7 de septiembre de 2013, en Buenos Aires, Madrid empató en la primera votación con Estambul ( 26- 26), perdió el desempate (49-45) y, posteriormente, Tokio arrasó en la final (60-36).
“Transcripciones de varias conversaciones entre personas turcas y Khalil Diack hacen referencia al proceso de elección de los Juegos de 2020. Se constata que Turquía perdió el apoyo de Lamine Diack porque no pagaron entre cuatro y cinco millones de dólares para patrocinar la Diamond League o a la IAAF. Los japoneses pagaron esa suma”, se lee... Y Tokio se adjudicó los Juegos. La Comisión no entra a juzgar el tema, pues no era el objeto de su investigación. El COI ya suspendió a Lamine Diack tras destaparse en noviembre de 2015 la trama de corrupción.
El octogenario dirigente senegalés podía controlar muchos votos africanos. Y su hijo Khalil Diack, contratado como “consultor independiente”, era uno de los encargados de chantajear a la turca Asli Cakir Alptekin, medalla de oro en 1.500 en Londres 2012, por sus irregularidades en el pasaporte biológico. Le llegaron a pedir inicialmente 650.000 euros para no ser sancionada.