La pegada marcó la diferencia
El Atlético demostró en la tarde de ayer que no es líder de la mejor Liga del mundo por casualidad. Y eso que no enamoró por su juego, del que se esperaba más plasticidad, pero sí por su máxima efectividad, esa que le aportó un resultado realmente contundente después de lo visto. Las Palmas jugó un muy buen fútbol en la primera parte, lo que propició que el cancerbero visitante Oblak fuera el mejor de los del Cholo. En el único error defensivo de los locales, el que dejó solo a Filipe Luis, el lateral brasileño marcó un buen gol para poner con ventaja a los suyos. Hasta el descanso los de Quique Setién no cejaron en su empeño de empatar con múltiples y claras ocasiones para haber empatado, pero en el fútbol ya sabemos que no se merece sino que se consiguen y en eso los madrileños fueron mejores porque anotaron la única clara que tuvieron.
En la reanudación se esperaba un acoso y derribo grancanario en busca de las tablas, pero los de Simeone tenían muy claro lo que había que hacer, logrando madurar el partido. Volvie- ron a saber sacar tajada de los riesgos canarios para que Griezmann obtuviera petróleo. A pesar del duro palo, la parroquia isleña premió a los suyos con su apoyo porque, a pesar de la derrota, son conscientes que jugando así se puede lograr la ansiada permanencia.