Musacchio iguala al final a un Espanyol encendido
Los pericos pidieron dos penaltis que el árbitro no señaló
Hierático, solemne y casi inalterable observaba Chen Yansheng desde el palco su primer partido como propietario y presidente del Espanyol. Y el equipo perico le respondía en consonancia con esa actitud —serio, bien posicionado, concentrado atrás e incisivo en ataque— hasta que, a dos minutos del final, Musacchio emergió ante Diop para establecer una igualada que castigó en exceso al Espanyol y premió a un Villarreal cuya inoperancia en la segunda mitad es inversamente proporcional a lo que reluce su posición en la tabla: sigue cuarto, pero mucho más cerca del Real Madrid, tercero, que del quinto. Por si no lo tenía claro, Míster Chen ya sabe lo que le espera en el Espanyol: sonrisas y lágrimas. Y polémicas arbitrales.
El Espanyol en realidad tenía un presidente en el palco y otro sobre el césped: el ‘presidente’ Caicedo, como le llamó hace unos meses el jefe del Gobierno de su país, Rafael Correa. El delantero ecuatoriano abrió pronto el marcador, en el 4’, en una acción individual. Igual de pronto tuvo que abandonar el partido, antes del descanso, por un pinchazo muscular. Entre tanto, había empatado el Villarreal con Trigueros llegando desde atrás y Gerard le había marcado a su exequipo tras asistencia de Burgui. Pero, sobre todo, se habían pedido dos penaltis en Cornellà: un derribo de Eric Bailly sobre Caicedo y una mano de Jonathan dos Santos.
Tanto protestaron los pericos esas acciones como una hipotética falta de Musacchio sobre Diop en el 2-2. Pero no existió: el central supo librarse bien del marcaje para convertir un aciago segundo tiempo del Villarreal en un buen botín. Un punto que a priori hubieran firmado muchos pericos, pero que al final sabe a poco: suma Galca dos puntos de 15 y el siguiente en pasar es el Real Madrid. Con numerosas bajas, entre ellos Gerard, que acabó expulsado.
Caicedo, que abrió el marcador, acabó lesionado. Y Gerard, autor del 2-1,
expulsado