AS (Las Palmas)

Albert Llovera “Yo no me pongo límites” El objetivo es acabar en una mejor posición en la general. Nos lo merecemos”

El andorrano repite en camión pese a su discapacid­ad: “En 2016 tuve espasmos, en 2015 un tsunami... Espero que este vaya mejor”

-

—Contra viento y marea, a por su quinto Dakar.

—Hemos ido sembrando, y vamos recogiendo. Llevamos tres ediciones del Dakar con muy buena repercusió­n, y pensaba que nos costaría menos esta vez, pero de nuevo ha sido difícil estar en la salida.

—¿Qué objetivo se marca en su segundo año en camión?

—Acabar en una mejor posición en la general. Nos lo merecemos, porque este año ya hemos hecho más kilómetros, hemos probado en la República Checa y dos veces en Marruecos, y no como el año pasado, que llegamos con cero kilómetros previos.

—Usted que ha corrido en Isuzu, buggy y camión, ¿cuál es más divertido?

—A nivel de piloto, el buggy. Es muy divertido, mucha potencia con tracción trasera, y sobre todo por la comodidad, con esas suspension­es tan largas, que en mi estado me ayudaba mucho. Pero el camión es una aventura. En mi vida me hubiera imaginado que pasaría por los sitios que he pasado con un aparato tan grande a esas velocidade­s. Por eso repito.

—Si el Dakar es duro para todos, para usted más. ¿Qué le empuja a meterse en esa máquina de tortura?

—No lo sé ni yo. Pero son sobre todo las ganas de correr. Yo intento correr en lo que sea y donde sea, ya sea el Mundial de Rallycross o el Dakar, o ambos. En camión es una aventura cada etapa. No sé ni cuándo empiezo ni cuándo acabo. Se hace muy largo, sobre todo porque tenemos la velocidad limitada a 140 kilómetros por hora. Pero es una categoría muy bonita en la que hay mucho más compañeris­mo. Si un elefante se cae, si no le ayuda otro elefante, no se levanta. Los de Kamaz alucinan conmigo y me vinieron a presentar sus respetos, por mis circunstan­cias, pero sobre todo porque vieron que corría mucho.

—¿Cómo va a luchar contra esa semana en altura?

—Pues no lo sé, porque el año pasado ya lo pasé muy mal en las tres etapas y media que hubo en Bolivia. Tuve muchos espasmos muy fuertes del pecho para abajo, en la zona que no siento. Me cansaba muchísimo, estaba anémico, no comía… hasta que regresé a Argentina, olí la comida, me comí un bocata y se terminó todo. Hace dos años no tuve problemas, pero nos pilló un tsunami, nos mojamos enteros y también lo pasé muy mal.

—¿Dónde están los límites de Albert Llovera, que escribió un libro llamado ‘No limits’?

—No me pongo límites, voy superando retos. Los límites están para irlos a buscar, y no hay que dar más importanci­a a las cosas de la que tienen. Lo importante es la actitud. Hay que luchar cada día por todo, y, aunque curro 16 horas al día, sarna con gusto no pica.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain