Mireia Belmonte vuelve tras su gloria olímpica
Abre el Mundial de corta con su programa y ambición habituales
Han transcurrido ya 120 días desde que Mireia Belmonte lograra el sueño por el que ha estado luchando desde que se lanzó a una piscina: el oro olímpico. Una culminación a sus más de 10 años dedicada en cuerpo y alma al entrenamiento, aunque ella se lo toma como un punto y seguido. La nadadora de la UCAM volvió a mediados de septiembre al cloro y hoy (15:30, eliminatorias; 00:30, finales) se lanza a por más metales en el Mundial de piscina corta (25 metros) de Windsor (Canadá).
“Este Mundial es un entrenamiento más, pero conociendo a Mireia, tiene ganas de competir. Hemos hecho ocho semanas de entrenamiento, así que llega con poca preparación, pero es motivador volver a nivel internacional”, explica Vergnoux. La badalonesa empezará en esos 400 estilos en los que fue bronce olímpico, para seguir con su habitual programa: 200 mariposa, 800 libre, 400 libre y 200 estilos. “Seguimos entrenando para competir en un máximo de pruebas”, reitera el francés.
Innovando, como de costumbre, Mireia y Fred quieren seguir controlando todos los factores del entrenamiento, y ahora se van a centrar en la nutrición molecular. “Lo está testando en los entrenamientos. Pero aún son pruebas”, dijo el técnico.
El médico del CAR de Sant Cugat, Toni Turmo, explica las beneficios. “Hay una relación entre nutrientes y genética. Lo que más nos afecta es lo que comemos, ya que entra directamente en nuestro cuerpo y se relaciona con nuestros genes”, explica y añade: “Controlando esto y añadiendo suplementación se puede intervenir en el proceso bioquímico y mejorar la funcionalidad del cuerpo”.
Es la nueva lucha de Mireia, quien a sus 26 años ve cómo llegará a Tokio 2020 con casi 30, y la media de edad de medallista en Río era de 22,9. “Un aspecto clave es la recuperación. Si cada día no estás en condiciones de asumir el entrenamiento, el cuerpo se bloquea. Nos adaptamos a cada mesociclo. No queremos matar moscas a cañonazos ni sobrecargar, sino dar lo justo para que el músculo realice este trabajo”, dice Victoria Puig, del CAR, aunque Fred está estudiando otras variantes.
La nadadora de la UCAM llega a Windsor acompañada por Jessica Vall, Joan Lluís Pons y Miguel Ortiz-Cañavate, que buscarán participar en las finales. Los periodos postolímpicos despiertan pereza en los nadadores. Habrá ausencias, pero siempre está Mireia.
Su técnico “Solo lleva ocho semanas de preparación, pero quiere competir”
Novedad La nutrición molecular, nueva vía para mejorar el rendimiento