Título nacional del demoledor Madrid
Radoncic, estelar ante la Penya
EI Madrid recuperó en Miribilla el trono nacional júnior, que le arrebató el año pasado el Barcelona, por la vía de la contundencia: como en 2015, arrasó de forma inmisericorde (53-83) al Joventut, el campeón catalán, que se evadió del parqué ante semejante vendaval. Un 21-0 rompió a los badaloneses.
Éxito mayúsculo de una generación que lidera el alero montenegrino Dino Radoncic, la estrella que viene para hacer pareja arriba con Doncic aunque a veces va al trote. Se le ve sobrado y con ese lenguaje corporal, en la élite te afeitan. Lo hace todo: asume la responsabilidad, da unos pases de fantasía, emplea su físico para hacerse hueco bajo canasta y sobre su zurda de oro tiene un tiro increíble. Aunque no anduvo muy lejos el ala-pívot almeriense Paco Salvador, un proyecto de Felipe Reyes, con intuición espectacular para el rebote, unos hombros como el Guggenheim de grandes y un trabajo infatigable; le dieron el MVP de la final.
Otro que maravilló en el partido por el título fue el cinco senelagés Sow. Su gran tamaño y la actividad en pista fueron un muro inabordable para un equipo escaso de centímetros como el Joventut. No hay tanto talento como en el primer equipo ni la misma vocación ofensiva, pero este grupo es una apisonadora. El base bosnio Campara es infalible cuando lanza los triples a pies quietos. Por los números de valoración, el injusto MVP del torneo se lo llevó el poderosísimo Faye (Granca). El crack absoluto fue Radoncic.