Zerain y Galván murieron tras sufrir una avalancha
El alud lo provocaron los alpinistas al desprender una cornisa
Los peores presagios se cumplieron y se confirmó la muerte del alavés Alberto Zerain y del argentino Mariano Galván. El helicóptero del ejército pakistaní sobrevoló la arista Mazeno en el Nanga Parbat y confirmó la presencia de una avalancha reciente que originó el fatal desenlace.
La avalancha que acabó con la vida de Zerain y Mariano Galván fue casi con total seguridad provocada por los propios montañeros al romperse una cornisa o al originar una rotura de una placa. Los cuerpos de ambos se quedarán allí para la eternidad, al no poder ser recuperados. Zerain deja viuda y dos hijos. Patricia es peruana y conoció a su marido en una expedición que hizo Alberto a los Andes. La montaña se lo dio y la montaña se lo quitó.
El sábado de la semana pasada se perdió contacto con los dos alpinistas. Ni comunicaban por teléfono satelital ni se recibían señales del tracker (radiobaliza que llevaba el alpinista vitoriano en la mochila). Los más optimistas hablaban de la posibilidad de haber destrepado hacia la vertiente del Rupal o incluso de que sólo se hubiera caído el morral, por lo que las señales no habrían servido para ubicar realmente a los alpinistas.
También existía la teoría de que Zerain y Galván podían seguir en la arista Mazeno metidos en una tienda con víveres para aguantar once días. El jueves se envió un helicóptero desde Skardu para sobrevolar la zona, pero cuando llegó a la zona en la que, teóricamente, se habían emitido las últimas señales, se vio obligado a regresar al campamento base por la gran cantidad de nubes. Para entonces, el rumano Alex Gavan ya participaba en las labores de rescate in situ. Desde los Gasherbrum, también Zabalza, Vallejo e Iñurrategi se ofrecían para ir a auxiliar a su amigo. Por desgracia, la suerte estaba echada.
Los cuerpos No serán recuperados; descansarán para siempre en la montaña