Monchi encabeza la revolución ‘giallorossa’
El Roma les llamó a él y a Di Francesco para guiarla
En el año del adiós del director deportivo Sabatini, de Spalletti y, sobre todo, de Totti, el Roma decidió dejarle las riendas de su nuevo proyecto a un hombre que, en Italia, siempre ha sido admirado por sus hazañas con el Sevilla, Monchi. El español fue identificado como el perfil perfecto para volver a empezar de cero en un club con historia, ambición y grandes ilusiones, pero sin alcanzar presupuestos galácticos con los que cuentan los más grandes del fútbol europeo.
Era un doble desafío: para los giallorossi y para el exportero, que abandonó su adorada Sevilla lanzándose en una aventura en la que tenía todo por demostrar y perder. Roma, como dicen en Italia, es una ‘piazza particolare’: vive de fútbol, se exalta y deprime con una facilidad absurda, a veces es autodestructiva. El caso Totti-Spalletti de las dos temporadas pasadas, por ejemplo, pasó factura: la mayoría de los tifosi se puso en contra de un técnico que, según ellos, no le mostraba el debido respecto a una leyenda como es el Capitano.
Monchi hizo que justo Totti fuera su primer fichaje: el italiano reconoció que una charla con él le convenció para aceptar su papel en la directiva, a pesar de sus infinitas ganas de seguir en el campo. Luego, el español empezó a retocar la plantilla: le tocó vender a pilares como Salah, Paredes y Rüdiger (dejaron más de 100 millones en las cajas de la entidad) y fichó a jugadores que prometen mucho (Karsdorp, Cengiz Ünder, Pellegrini), al lado de perfiles de experiencia como Kolarov, Gonalons y Moreno. Una inversión de 93,5 millones con Patrik Schick como estrella: el punta procedente del Sampdoria, que estuvo a un paso de la Juve, costará alrededor de 40 millones y representa la incorporación más cara en la historia del club.
Mando Ha vendido a pilares y ha fichado a varias perlas y a veteranos
Apoyo. Un equipo construido siguiendo las ideas de Di Francesco, exmediocampista giallorossso y técnico joven, que con el Sassuolo mostró un fútbol ofensivo y divertido. La revolución romanista ha empezado...