Ramírez: “No tengo problemas con el Sevilla ni su afición”
El presidente canario, conciliador
EI presidente de Las Palmas Miguel Ángel Ramírez no tuvo ningún tipo de problema a la hora de atender a los medios que esperaban la llegada del equipo canario a la puerta del hotel de concentración. El mandatario canario sacó su mejor talante para dar normalidad al partido de esta noche e intentar calmar los ánimos: “No tengo ningún problema con el Sevilla ni con el sevillismo. No suelo viajar con el equipo y aquí estoy. No estamos calentando nada y estamos al margen de todo. Cada uno defiende sus intereses. Nadie tiene que tomarse a mal que el presidente de una entidad humilde como Las Palmas defienda sus intereses”.
En cuanto al protagonista del partido, Vitolo, Ramírez se mostró comprensivo con el ambiente hostil que pueda recibir esta noche, aunque también recordó que los profesionales del fútbol tienen que estar por encima: “Evidentemente tendrá sensaciones encontradas porque se enfrenta a un equipo que le ha dado muchísimo. Es un chico muy noble, se debe a los colores del equipo que le paga. El año pasado salí en su defensa cuando se le criticó por el penalti que le pitaron. Un chico que costó 3 millones y deja 37... ojalá tuviera yo todos los años estos problemas. No nos planteamos que no jugara, esto es fútbol profesional. Ramos hace partidos increíbles en Nervión y mira lo que le pitan. Vitolo sabe que no lo van a recibir con rosas”.
Denuncia. Tal fue el talante conciliador de Miguel Ángel Ramírez, que terminó afirmando que le parece lo más lógico del mundo que el Sevilla haya llevado a los tribunales lo ocurrido en verano con Vitolo y que, mientras éstos deciden, el fútbol sigue y Sevilla y Las Palmas deben tener una relación normal: “El Sevilla ha decidido llevar esto a los tribunales y nosotros tenemos que defender nuestros intereses, como también es lícito que el Sevilla lo haga. Entiendo que el presidente del Sevilla esté cabreado. Ojalá me cabreara yo todos los veranos porque me quitan a un jugador que me costó tres millones por más de 30 millones de euros”.