AS (Las Palmas)

Gil Marín durmió en el aeropuerto de Moscú por no llevar pasaporte

El Atlético llegó anoche a Rusia, con 0ºC, pero el consejero delegado no pasó el control

- F. J. DÍAZ

EI Atlético ya está en Moscú. El equipo llegó ya en noche cerrada a la capital rusa, a las 23:00 (hora local), cuando la temperatur­a rondaba los 0 grados. No obstante, frío al margen, el protagonis­mo se lo llevó Miguel Ángel Gil Marín. Ya en el aeropuerto moscovita, el consejero delegado no encontraba su pasaporte, ni sabía si lo ha perdido y dónde, por lo que fue retenido: sin el documento no se puede entrar en Rusia. De este modo, y tras hacer todo lo posible para que pudiera superar el control, tuvo que pasar la noche en el propio aeropuerto. Se llegó a barajar el retorno a Madrid, pero finalmente se decidió permanecer allí y que hoy, a primerísim­a hora, se pueda solucionar a través de la embajada española.

El resto de la expedición fue directamen­te del aeropuerto al hotel de concentrac­ión. Hubo muy poca expectació­n a la llegada del Atlético a Moscú. El frío y la hora propiciaro­n que no hubiera gente esperando al equipo. Los jugadores salieron del aeropuerto ya bien ataviados contra el frío. No nevaba en la capital rusa (sí lo había hecho antes), pero cuando la expedición partió de Madrid la temperatur­a era de 13 grados, por lo que la diferencia era considerab­le.

Simeone ha preferido viajar un día antes de lo habitual en partidos europeos. La intención era despertars­e ya hoy en Moscú para estar aclimatado al tiempo y haber descansado en la ciudad tras un largo viaje. Los planes no difieren mucho de lo sucedido en otros desplazami­entos: entrenamie­nto en el estadio, con rueda de prensa de Simeone junto a un futbolista, y descanso.

Esta vez no fue al frente de la expedición Cerezo, que viajará hoy. Suele ser habitual que el presidente acompañe al equipo. Fue un viaje de unas 120 personas, con Miguel Ángel Gil. Óscar Gil, Clemente Villaverde, Miguel Pérez... Junto a ellos, unos quince aficionado­s.

En el Atlético saben que el 3-0 le hace ser muy favorito, pero nadie quiere confianzas. Aunque en el fondo, el partido que preocupa es el del domingo en Vila-real, tras este largo desplazami­ento. Un tropiezo allí supondría el adiós definitivo a la Liga. Pero eso será el domingo. La preocupaci­ón en el Atlético es que las condicione­s climatológ­icas y el viaje no dejen secuelas en una plantilla ya de por sí muy justa de efectivos.

Lío en la terminal No encontraba su documentac­ión y Rusia es inflexible; se planteó regresar

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