Obsesión por ganar la Libertadores
Alos equipos argentinos les entusiasma medirse en el Mundial de Clubes con los grandes de Europa. Pero las últimas ediciones muestran cómo se ha acrecentado la brecha entre los equipos del viejo continente y los sudamericanos. Ningún equipo argentino desde que la competición cambió de formato ha logrado imponerse en la final. Lo que hace que su participación obedezca más a una compensación económica por el premio que reciben los segundos (unos cuatro millones de dólares), que a una posibilidad real de imponerse a los grandes equipos europeos campeones de la Champions League. De hecho, los tres equipos que llegaron a esa instancia, Estudiantes en 2009, San Lorenzo en 2014, y River en 2015 fueron superados por el Madrid y el Barcelona, mostrando la diferencia competitiva que hay en la actualidad entre los grandes equipos europeos y los sudamericanos.
Los conjuntos argentinos nunca consiguieron coronarse con el formato de competición del Mundial de Clubes, que reemplazó a la Intercontinental. La última conquista fue de Boca en 2003 frente al Milán. A partir de 2005, la competición cambió de formato. Desde entonces ningún equipo argentino ha logrado imponerse a su rival europeo en la final. Y en dos ocasiones Messi ha sido el verdugo de sus compatriotas.
Hace tres años que un equipo argentino no gana la Libertadores. En carrera continúan River, Independiente, Boca y Atlético Tucumán. Pero la definición final será el 28 de noviembre. Para todos esos equipos, la Libertadores es una obsesión. Y el Mundial de Clubes, una meta casi inalcanzable por la disparidad económica y de jerarquía entre sus planteles. Así que el gran candidato a ganarlo nuevamente es el Madrid...