Setién llega a su casa en busca del gol perdido
El Racing, que arrasa en El Sardinero, no se rinde
Tras vivir un sueño en Milán y pasar un calvario en Getafe, Quique Setién llega hoy a su particular paraíso, Santander, en busca del gol perdido. Las cosas del fútbol, parte de su afición le discute y la rival, al menos la de hoy, le adora. En su ciudad es más Quique que Setién y el racinguismo besa por donde pisa, pese a que hace 15 años que no trabaja en la entidad, cuando en 2003 llegó Piterman y el flaco tuvo claro desde el primer momento que eran incompatibles. Se fueron él, entonces director deportivo, y Manolo Preciado, entrenador, y se quedó Piterman: ahí empezó el descenso a los infiernos del club cántabro..., pero esa es otra historia.
Ambos equipos llegan hoy a esta eliminatoria de muy diferente manera, los de Ania en racha, ganando y gustando, líderes, con la afición enganchada y muy poco que perder. El Betis, en cambio, llega a Cantabria montado en una montaña rusa. Lujo y victorias en Europa, posesión y críticas (entre parte del beticismo, que no en el resto del fútbol español) en Liga y obligado a vencer y convencer en la Copa del Rey.
Al Racing, sobre todo en su estadio, se le caen los goles, 17 en seis partidos, todos ganados, mientras que los sevillanos han marcado un gol cada dos partidos en Liga, lo que está haciendo inútil en muchos encuentros su apabullante dominio de la posesión del balón. Los de Iván Ania suelen tener la pelota, en Segunda B, claro, aunque más al estilo de Luis Enrique que al de Quique Setién o Pep Guardiola, e intentará al menos discutir la posesión del esférico a Canales y compañía. Intentará...
Animados Los de Ania han ganado sus seis partidos como locales