Setién, el incomprendido: parte de la afición bética recela de él
Mientras, su fama aumenta fuera: ya le elogian hasta en Inglaterra
Valentía, técnica y posesión del balón definen el estilo futbolístico de Quique Setién”, podía leerse esta misma semana en la web de la prestigiosa BBC británica, que elogiaba el crecimiento “lento pero constante” del cántabro en el banquillo del Betis. Inglaterra, donde le ven como posible técnico de futuro, es uno de los muchos lugares en los que el trabajo de Quique comienza a disfrutar de buena fama, apreciación general también en la parte de España que no es Sevilla. A medida que uno se acerca a la Avenida de la Palmera, donde se instala el Villamarín, crece el número de escépticos e incluso de muy críticos con el entrenador verdiblanco, víctima a menudo de brotes de incomprensión por parte de un sector de la grada.
No importa que volviera a clasificar al Betis para Europa seis años después, que esté de nuevo esta campaña en los puestos de arriba y haya alcanzado dieciseisavos de Europa League, que conquistara plazas como Nervión, San Siro o el mismo Bernabéu... algunos aficionados, menos eso sí de lo que sugiere el tremendo hedor de las redes sociales, reprochan a Setién un defecto de horizontalidad en su fútbol, una falta de planes alternativos y, también, una excesiva sinceridad en la conferencias de Prensa que el santanderino ha atenuado últimamente recortando sus respuestas, pero que (la cabra tira al monte) acaba apareciendo.
“Soy así y nadie me va a cambiar a los 60 años”, reconoce Quique mientras desliza que la grada debería apoyar más al equipo o suelta sin tapujos un “algunos sólo piensan en ganar”. Esta noche espera el Real Madrid y el jueves, en Copa y en Anoeta, la resolución de la eliminatoria contra el equipo txuri-urdin. Dos buenos resultados aliviarían la ira de los más paganos hacia la especial filosofía, futbolística y vital, de Setién. Perder significa aumentar el misterio de este recelo reservado, qué raro, a alguno de los que lo ven en primera fila, como íntimos.