Pablo Laso
Con los mundialistas a la baja y con Tavares desconocido, en su peor momento de largo desde que regresara a Europa, el Madrid vivió una dura derrota en Estambul ante el subcampeón de Europa. Zarandeado en el último tramo del partido, donde llegó a caer por 19 (74-55) en medio de un apagón generalizado. Apenas 7 canastas de dos (su peor marca en la Euroliga y la segunda peor de siempre en el torneo, según datos de Overbasket) y 60 puntos en total, los mismos que sufrió para anotar en enero pasado en cancha del Buducnost en otra pésima actuación (73-60).
Y no fueron ni Micic ni Larkin los verdugos, la pareja mágica de bases de Ataman, sino Dunston, que arrasó en las zonas; Singleton, que cambió el paso en defensa; y un enrachado Simon al que no pudo sujetar Llull en el momento decisivo. Ni tampoco Rudy. El croata, exjugador del Unicaja, dinamitó el duelo cuando el rival aún andaba a tiro de uno: 46-45. En los siguientes siete minutos metió 13 tantos y cargó con
De esta derrota no me preocupa una sola cosa, porque hay muchas en las que tenemos que mejorar. Para competir a este nivel debemos jugar bien en ambos lados de la pista. Cometimos bastantes errores”. cuatro faltas a Llull. Bajó el telón y esperó a recibir los aplausos de los más de 15.000 aficionados que saborearon un triunfo especial, de los que marcan tendencia, como explicaba Causeur en la previa. El primero ante los de Laso tras siete derrotas consecutivas.
Que el Madrid enfilara hacia los vestuarios dos arriba (29-31) era para frotarse los ojos. Casi un milagro tras completar una de las peores primeras partes que se le recuerdan en ataque, incluyan ahí un parcial de 22-4 en contra, 13 pérdidas y solo tres canastas de dos, la primera en el 14:28 y tras marrar los diez intentos previos. Se agarraba a la boya defensiva, la que frenaba a Micic y Larkin.
Inexplicable pero cierto porque Deck aprovechó los últimos cuatro segundos para correr de campo a campo y entrar hasta