“Está siendo mucho más divertido Austin ahora que el año pasado”, dice Brown
Parece que McLaren juega de local en Austin, quizás tenga algo que ver la nacionalidad de Brown, pero es evidente que el mercado norteamericano tiene mucha importancia para los accionistas de Woking. Es donde sus ventas son mayores en la división de coches de calle y desde los últimos años ha habido especial interés en hacerse un hueco dentro del automovilismo de Estados Unidos.
Las dos presencias en Indianápolis anticiparon su programa a tiempo completo en la IndyCar anunciado para la temporada 2020 en asociación con
Schmidt Peterson y con dos pilotos, el mexicano O’Ward y el norteamericano Askew, que están presentes en COTA.
El hospitality de McLaren es aquí un hervidero de pilotos, staff, alta dirección, accionistas (incluidos los representantes de la monarquía bahreiní), invitados y VIP, amigos personales de Zak (como los Andretti)… A la cabeza está Zak Brown, que no ha estado presente en todas las carreras, y este fin de semana se ha incorporado también Gil de Ferran, director deportivo que pasó al perfil bajo después del desastre en las últimas 500 Millas.
Ambos cedieron la gestión total de la escudería de F1 a Seidl, que se ha rodeado de figuras: Key, al frente de la dirección técnica. O Stella, el máximo responsable de performance.
A todas estas visitas se suman las de importantes patrocinadores como Estrella Galicia, que han querido felicitar expresamente a Sainz por su 100º GP en la F1, o CocaCola, una firma de magnitud global que ha entrado sin hacer mucho ruido, pero cuyas aportaciones pueden ir a más. Han cambiado las sensaciones en este garaje y también su impacto mediático. El MCL34 está repleto de anunciantes y vienen más de camino. Sólo suena Petrobras como posible baja, pero aún no está cerrado.
Por el paddock se comenta que entre las virtudes de
Brown ha estado saber liberarse de buena parte de la gestión directa del equipo en favor de hombres especialistas de las carreras, mientras él se ha dedicado a recuperar el pulso marquetiniano. El hombre de negocios de Indianápolis, de 47 años, reconocía el viernes: “Está siendo mucho más divertido venir a Austin ahora de lo que fue el año pasado”. Entonces sus dos pilotos fueron eliminados en Q1 y su coche acababa 2018 penúltimo. Doce meses después: el cuarto monoplaza, dos pilotos jóvenes con proyección, una escudería en progresión, interés de los patrocinadores, un desembarco en Norteamérica para 2020… y un hospitality lleno hasta la bandera, donde se mueven otra clase de negocios.