Vitolo, Correa, Morata y la guindilla
Hacía Simeone autocrítica en partidos anteriores de no encontrar el botón de la motivación a sus jugadores. Seguramente por ello vimos un conjunto no reconocible, en el que a algunos jugadores les faltaba pasión en pasajes de las primeras partes de esos últimos partidos. Es como si tuviesen que esperar que el rival le pusiese la guindilla en vez de traerla del vestuario como nos tienen acostumbrados. Contra el Espanyol los de Simeone salieron en esa ola de presión en campo contrario, con una lectura inteligente a la hora de jugarle a los costados de Víctor Sanchez y Marc Roca, creándoles una confusión a sus carrileros que se quedaban en tierra de nadie. Podríamos decir que ese esquema de Machín no se les atragantó esta vez a los del Metropolitano.
Dos nombres propios destacaron en el Atlético: uno, el canario Vitolo, un futbolista que sin lesiones tiene que ser importantísimo en este equipo; el otro, Correa. Ambos venían a recibir aportando fútbol con sus giros y dinamismo, creando un desequilibrio que lo aprovechaba un grandísimo Morata. El nueve rojiblanco es de los tres jugadores más en forma de LaLiga Santander. Su concentración le ayuda a estar siempre bien situado en la presión y sus números demuestran que sus botas están llenas de respuestas en vez de preguntas cuando pisa el área. Este es el camino a seguir: hay que traer la guindilla puesta ya de casa.