La huelga se detiene pese a que aún no hay convenio
Sindicatos y clubes se dan un mes para buscar una solución
La reacción tras la huelga de este fin de semana en la Primera Iberdrola llegó antes de lo esperado. Las sensaciones abocaban al fracaso y todo apuntaba que la situación continuaría, junto con los paros, bloqueada, sin tener una solución en el horizonte. Sin embargo, el asunto dio ayer un giro inesperado. Las partes en las negociaciones por el convenio (Asociación de Clubes, AFE, Futbolistas ON y UGT) acercaron sus posturas en una reunión a la que no llegaban con mucho optimismo y que fue celebrada ayer en la sede del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) en Madrid. Todos cedieron. Los sindicatos se comprometen a no ejercer presión durante un mes, parando la huelga, que pretendía ser indefinida con otro paro en marcha para la siguiente jornada (23 y 24 de noviembre), y dejando margen a los clubes para que encuentren la financiación necesaria para firmar el convenio. La cita pone la guinda al éxito de seguimiento en la huelga (sólo una jugadora de los 16 equipos se presentó) y pone el punto de mira en el 20 de diciembre, tope fijado para resolver el conflicto y que se plantea para muchos como posible fecha para la firma del histórico convenio colectivo.
La posibilidad de la llegada de este consenso reside en que cambie el escenario económico de los clubes. O, lo que es lo mismo, que algún ente, ya sea público o privado, aporte una solución viable para que las 16 entidades participantes en la Primera Iberdrola puedan
El acuerdo entre clubes y sindicatos tiene su base en la propuesta que hizo la Dirección General de Trabajo del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social la semana pasada, cuando sólo fue aceptada por la parte sindical. Esta oferta, que ahora también aprueban los clubes, establece al menos 16.000 euros brutos anuales a todas las jugadoras, subir al 75% la parcialidad de la jornada laboral (así la que menos cobraría sería 12.000 euros) y compensar con 4.000 euros más a cada futbolista (alrededor de 100) que ya cobra ese mínimo con media jornada. realizar el cambio de contratos que exige la firma del convenio.
La Asociación estima que estas nuevas normas supondrían un coste de 1,6 millones de euros y que afectarían en mayor medida a los clubes con menos recursos. Desde la patronal, la única vía para desbloquear la situación pasa porque la RFEF, con la que pretenden reunirse en los próximos días, les deje acogerse al Programa Élite, por el que cada club obtendría medio millón de euros a cambio de sus derechos de televisión. Mediapro los liberaría a cambio de dar dos partidos por jornada en GOL TV, pero la presencia de este grupo audiovisual anula el acuerdo con Rubiales, que propuso una oferta que sindicatos y clubes consideraban insuficiente para resolver el problema y que vuelve a tener la pelota en su tejado.