Acabar entre los siete primeros para pelear por la plaza olímpica
importantes. No es fácil, pero estamos listos”, explicaba el seleccionador.
España disputará en Japón su décimo Mundial, el séptimo consecutivo, con un bronce en 2011, un cuarto puesto en 2009 y una quinta posición en 2003; en el resto nunca se ha quedado entre los ocho mejores, lo que da idea de la dificultad que tiene la empresa marcada “por la calidad y cantidad de las selecciones con las mismas aspiraciones”, sentencia Carlos Viver, que en el último momento se ha quedado sin Carmen Martín, una de las mejores extremo zurda del mundo.
“Me duele no ir, porque siempre quiero estar con la Selección. Mi club (Bucuresti) me ha dejado descansar cinco semanas para poder recuperarme, pero la fascitis plantar no ha evolucionado bien, aún no estoy recuperada”, comentaba la capitana, que viajará hoy a Almería a ver a su familia antes de regresar a Rumanía donde seguirá la recuperación. En el polo opuesto está Lara González, que hace unos meses optó por pasar por el quirófano “porque la apuesta conservadora del club para recuperarme no funcionaba, y veía pasar el tiempo sin mejoras”. La alicantina echó cuentas, y para ir al Mundial se arriesgó contra la opinión del Bensançón, que ahora está encantado porque la lateral defensora está otra vez en plenitud, lo cual es bueno para su club, y para la Selección que tienen otra vez a su bastión defensivo. Viver se lleva a 17 jugadoras, tendrá que descartar a una, posiblemente una portera (lleva tres), pero no da pistas: “Parece la opción lógica, pero la decisión se tomará en Japón, en el último momento”.
Objetivo