EL TERCERO MÁS VETERANO
Pau Gasol se afrontaba su 19ª temporada en la NBA como el tercer jugador más veterano en activo de la Liga. Con sus 39 años sólo está por detrás de Vince Carter (42) y Udonis Haslem (también 39). Su último año estuvo marcado por los problemas físicos: sólo disputó 36 de 63 partidos en los Spurs y 3 de 34 en los Bucks. Se perdió las tres rondas de playoffs en las que jugaron los de Milwaukee. parecía podría ser el último de una extensa y exitosa carrera. Llegó a la NBA en verano de 2001 y 18 años después se ha convertido en uno de los mejores extranjeros en la historia de la Liga estadounidense. Ganó el premio al Rookie del Año (el primer europeo en lograrlo), ha sido seis veces all star y le han elegido en los mejores quintetos de la temporada en cuatro ocasiones. Y, por supuesto, ha ganando dos anillos con Los Angeles Lakers. Todo ello convierte su futura inclusión en el Hall of Fame de la NBA en practicamente segura.
Su último gran reto, aparte de la temporada con los Blazers, eran los Juegos
Olímpicos de Tokio. Gasol sigue teniendo una gran ilusión por estar en su quinta cita olímpica e intentar ganar su cuarta medalla (ya tiene dos de plata, en Pekín y Londres, y una de bronce en Río). Sus problemas en el pie le impidieron estar este verano en China en un Mundial que a la postre coronó a la Selección española como la mejor del planeta. Ahora amenaza con dejarle también sin Juegos, aunque cualquier intento de adivinar el futuro es todavía imposible.
Cláusula Los Blazers podían anular su contrato si la recuperación no avanzaba
Este movimiento ha sido posible porque en julio los Blazers pusieron una cláusula en el contrato que ha permitido hacer efectiva su salida. “El club y yo firmamos una cláusula por la que si los plazos de recuperación se alargaban más de lo previsto podrían ocupar mi plaza con otro jugador”, explica Pau en el vídeo, en el que deja entrever que es una decisión que comparte. “Así podré recuperarme con más tranquilidad sin la presión de tener que ayudar al equipo”.