El club le ha blindado con un precio de 750 millones de euros
EI Pajarito vuela como un halcón. Fede Valverde se ha convertido en solo dos meses en un futbolista imprescindible para Zidane. El uruguayo ha pasado de no ir convocado en el debut liguero contra el Celta y jugar sólo 22 minutos en los seis primeros partidos oficiales de la temporada (se perdió dos encuentros por lesión tras el primer Virus FIFA del curso) a ganarle el pulso a Modric, todo un Balón de Oro, por ser titular en el envite ante el PSG. Un ascenso que ha dejado en el olvido el culebrón de Pogba y que justifica la apuesta que el club hizo en verano para estirar su contrato dos años (hasta 2025) y ponerle una cláusula de 750 millones de euros, la misma que a otros pesos pesados.
La irrupción del internacional charrúa, que marcó a Eibar y Real en los dos últimos duelos de Liga, ha desactivado el debate sobre la necesidad de reforzar el centro del campo. La medular era analizada en pretemporada como uno de los talones de Aquiles del Madrid. Casemiro, Kroos y Modric sólo tenían de recambios a Valverde, y a James e Isco, dos jugadores de corte más ofensivo. Pogba era una petición prolongada y explícita de Zidane. El entrenador francés, poco dado a tratar nombres propios, hablaba de su compatriota ya en marzo, en la previa de su segundo encuentro después de retomar el timón del vestuario madridista. “Me gusta mucho Pogba. Le conozco personalmente. Es un jugador diferente, aporta mucho y hay pocos jugadores que aporten tanto como él”, decía el técnico en una declaración de intenciones inusual en él.
Con los fichajes cerrados en junio, toda la atención del mercado madridista se centraba en satisfacer el anhelo de Zidane. Pogba pronunciaba las palabras mágicas que supusieron el punto de partida para galácticos como Hazard: “Es el momento de iniciar un nuevo desafío”. El United no estaba dispuesto a negociar y el alto precio (se manejaron cifras en torno a 180 M€) disuadió al Madrid de colmar los deseos de su entrenador. Habría que buscar la solución en casa.
Zidane empezó con su
Clausulazo