Darder reafirma la magia del Espanyol en Europa
El gol del balear en el minuto 96 asegura la primera plaza
La cabeza de Darder en el minuto 96 es la metáfora del idilio que mantiene el Espanyol con Europa desde que perdiera por última vez, hace 26 partidos. Iba a perder su récord universal de invicto, el Ferencvaros había gozado de dos penaltis, pero empató in extremis a pase de un Pipa casi inédito esta temporada pero que se transformó en un increíble extremo izquierdo. Se asegura el Espanyol la primera plaza. Lo que LaLiga quita, Europa lo da.
Sorprendió por inusual, en una alineación con diez españoles, la suplencia de Bernardo, primera en la era Machín, casi tanto como la primera ocasión del Ferencvaros, a los dos minutos, en que Boli superó a Calero y forzó a Diego López, al estilo del 0-1 del Getafe del domingo. El otro ausente de los húngaros en el choque de Cornellà, Varga, volvía a poner a prueba al portero desde la frontal, a los seis minutos. Obtuvieron premio los locales a su fulgurante inicio con el gol de Siger, más astuto que toda la zaga perica a un balón que impactó en el palo en una falta lateral, otro de los debe de este Espanyol.
Como en el 1-1 de Cornellà, le tocó remar a los blanquiazules, que muy pronto encontraron la igualada en una genialidad de Pipa, en su debut en la fase de grupos y a pierna cambiada, al trazar un caño y hasta una bicicleta, superar a tres rivales y ceder a Melendo, para que anotara con la ayuda de un zaguero local. Disputó sus mejores minutos el Espanyol hasta la reanudación, en que Siger merodeó el segundo.
Agazapado el Espanyol, recurrió Machín a Moha, en su debut en el fútbol profesional, para estirarse. A los pocos segundos, Campuzano y Dídac hicieron que Dibusz pasara de espectador a héroe.
Como lo fue a un cuarto de hora del final Diego López, al adivinarle a Isael el lanzamiento de un penalti riguroso de Calero sobre Boli. Más clara fue la pena máxima cometida por Iturraspe sobre el brasileño, que esta vez ejecutó con acierto Skvarka. Pero el Espanyol es otro en este torneo, de enano a gigante, y emergió Darder en el último suspiro para devolver la felicidad en Europa.
Contratiempos Hubo dos penaltis en contra; uno lo detuvo Diego López