Gonzalo Pérez de Vargas fue elegido el mejor del partido
Cuarta victoria seguida de España en el Campeonato de Europa. Y en un partido de los que era obligatorio ganar en esta primera jornada de la segunda fase, ante una República Checa que fiaba su futuro a ganar a los Hispanos y que estaba motivada por la derrota inicial en el Europeo de 2018 en Croacia (32-15), que tan mal sabor de boca dejó en el cuadro centroeuropeo. Pues nada, no tuvo suerte, perdió, no hubo opción a la revancha, y sólo maquilló el resultado en la segunda parte para perder por seis tantos cuando la dinámica era un triunfo español más amplio: 31-15 (14-9). “Ellos juegan bien, son un equipo de calidad, contábamos con una buena diferencia y a veces de manera inconsciente levantas el pie del acelerador”, decía luego Álex Dujsebaev en la sala de prensa.
Lo cierto es que ayer los extremos españoles no estuvieron a su nivel ofensivo habitual, y a España le salvó la defensa: dejó en nueve tantos al descanso a los checos, y pese a los penaltis fallados y acciones claras de gol erradas, o acertadas por el meta Tomas Mrkava, ya se había logrado un notable colchón, con Julen Aginagalde habilitando espacios para la primera
Seguro
Maquilaje Los checos evitaron la paliza cuando la Selección se dejó ir
línea, y sumando tantos con cuentagotas para roer el ánimo de los checos que veían que era imposible ganar a uno de los invictos del grupo.
En la segunda mitad hubo otro decorado. Los checos apostaron por un juego más lento y elaborado, con lo que Ribera decidió contrarrestar con tres cambios en ataque y defensa, alternado el 6-0 y el 5-1, como en la primera parte, para evitar la adaptación del ataque rival.
También entró Figueras en el pivote, para abrir más espacios. Y tras unos minutos de tanteo, en una inferioridad que los checos trataron de contrarrestar atacando sin portero, se encontraron con tres goles seguidos de Ángel Fernández lanzando desde 25 metros, incluso Gonzalo Pérez marcó desde su portería, para justificar su elección de mejor meta de la primera fase, y ayer elegido el mejor del partido.
Total, que a diez minutos del final aquello iba para goleada, que no fue tal porque se perdió la intensidad defensiva, y en el juego individual de los checos de uno contra el mundo, de Zdrahala sobre todo, fueron remontado ante el juego de dos contra dos conducido por Sarmiento, que cuando encuentra socios que le sigan sus genialidades resulta imparable, pero que también corre el riesgo de la pérdida de balones.
En ese final de partido dio la impresión de que un equipo tenía la obligación de morir, y otro de evitar daños colaterales en una victoria clara. Ese fue el único motivo por el que España dejó escapar tres tantos de margen en 10 minutos, que tampoco es para rasgarse las vestiduras en otro partido en el que lo mejor fue el oficio defensivo, con varios hombres involucrados en defender el centro, para sacar adelante un partido necesario para allanar el camino a las semifinales en Suecia.