El Racing sigue sin saber ganar ni siendo mejor
Un golazo de Benito salvó a Las Palmas en el minuto 90
Se va a hacer muy larga esta temporada en El Sardinero. Cuatro años soñando con el retorno al fútbol profesional y a los cuatro meses el racinguismo ya está con la moral por los suelos y con una clasificación que indica claramente el camino a Segunda B. Además, cada partido es una agonía, primero esperando que el equipo sea capaz de mandar, que no es habitual, cuando lo consigue y se adelanta, como ayer, comienza la cuenta atrás a la espera del batacazo final. Hasta en nueve ocasiones, que se dice pronto, los verdiblancos han sido incapaces de ganar un partido en el que se adelantaron en el marcador.
Contra Las Palmas, la verdad, fue más fácil de lo habitual. Los de Mel llegaron a Santander en medio de una plaga de bajas, es cierto, pero dieron un nivel futbolístico muy pobre (salvo Pedri) durante la primera hora. Sólo la presión alta del primer cuarto de hora planteó problemas a los de Cristóbal. El Racing era mejor, dentro de un orden, claro, que tampoco era capaz de generar ocasiones de gol.
Se llegó al descanso con la sensación de que si alguien podían ganar eran los locales. Y, de hecho, se adelantaron en el marcador en una acción en área rival de Moi.
En la última media hora, con Mel quemando sus naves muy pronto, el Racing, comandado por un Sergio Ruiz imperial en el centro del campo, tuvo tres contras para haber matado el partido, un clamoroso mano a mano de Cejudo frente a Valles. Dudó el cordobés si tirar o driblar y cuando decidió regatear al portero, Valles le quitó el balón limpiamente.
Con el equipo cansado y con miedo a perder, los cántabros se fueron metiendo poco a poco atrás, también empujados por los amarillos, que ya no tenían nada que perder, pero ni así generaban ocasiones claras los grancanarios. En el 90’, sin embargo, llegó el enésimo mazazo que encaja esta temporada el Racing: un zurdazo extraordinario de Benito desde fuera del área empató el partido y dejó grogui al Racing.
Mano a mano Valles le ganó la partida a Cejudo en la jugada clave