La Premier teme al Brexit
La salida del Reino Unido de la Unión Europea cambia la regulación de los jugadores en una liga llena de extranjeros
Con el Reino Unido ya fuera de la Unión Europea, aunque aún inmerso en un periodo de transición que no variará nada hasta el 1 de enero de 2021, la Premier se enfrenta a una amenaza que tiene en vilo a la liga de fútbol más mediática e internacional del planeta. Más de 189 países la consumen y 161 jugadores de un sinfín de lugares distintos aportan su talento para nutrir una competición que podría empezar a cerrar sus puertas.
La libertad de movimiento para los trabajadores comunitarios ha propiciado que, durante estos casi 50 años de pertenencia a la UE, la Premier se haya nutrido de jugadores llegados de todos los rincones de los 27, lo que provoca que a día de hoy apenas un 30% de los jugadores de la competición sean ingleses.
El nuevo sistema de inmigración que planea el primer ministro no afectará, a priori, a trabajos con una remuneración tan alta como la de futbolista, pero sí que cambia el hecho de que los europeos dejen de contar como comunitarios. Esto hace que, por ejemplo, aquellos que pertenezcan a selecciones nacionales en el top 10 de la FIFA, deban haber jugado un tercio de los minutos de su selección durante los dos últimos años. Pedro, Mata o Azpilicueta, por ejemplo, no pasarían ese corte si tuviesen que fichar en este momento por sus respectivos clubes.
Transición La regulación no variará hasta el 1 de enero de 2021
En cuanto a futbolistas como Bale, que lleva años suficientes en España como para pedir la nacionalidad, o Trippier, que acaba de llegar, no parece difícil que LaLiga actualice su regulación para seguir considerándolos jugadores comunitarios, pues no tendría sentido limitar la capacidad de la competición para seguir atrayendo talento de las islas británicas.
Lo que sí que preocupa ahora mismo a los clubes británicos es que ya no podrán seguir fichando talento joven, ya que no podrán hacerse con jugadores de menos de 18 años a partir del año que viene. Eso, por ejemplo, habría provocado que Cesc Fábregas nunca hubiese despuntado en el Arsenal de Wenger, lo que crea una desventaja con respecto al resto de clubes que, como el Real Madrid, están empezando a fichar cada vez antes.