Thiem jugará contra Djokovic su tercera final de Grand Slam
El austriaco derrotó a Zverev en cuatro mangas
■ Dominic Thiem vuelve a llamar a la puerta de la gloria. El austriaco ganó ayer a Alexander Zverev en las semifinales del Open de Australia y mañana (09:30, Eurosport) jugará contra Novak Djokovic su tercera final de Grand Slam (perdió contra Nadal las de Roland Garros 2018 y 2019), en busca de su primer título en la máxima categoría de torneos del tenis. Venía de eliminar al español en cuartos, en un partido épico que resolvió en tres desempates.
Contra el alemán ganó otros dos y se apuntó la victoria en un partido duro y espectacular de 3h:42: 4-6, 6-4, 7-6 (3) y 7-6 (4).
Thiem (26 años y 152) es el finalista más joven en Melbourne desde Djokovic (25 y 250 días) en 2013. Y el primer austriaco que atesora semejante éxito. Enfrente tuvo a un Zverev bravo y centrado, que protagonizó el mejor punto del duelo, un contrarremate increíble. Ambos se habían enfrentado ocho veces, con balance favorable por 6-2 al austriaco, que había ganado los dos duelos en majors (Roland Garros 2016 y 2018) y dominaba por 2-1 en pista dura. “Ha sido un partido duro e igualado. Estar en la final es irreal”, le dijo a McEnroe en la pista, mientras su entrenador, el chileno Nicolás Massú, le miraba emocionado desde el box de su equipo.
El partido se jugó con el techo prácticamente cerrado por el fuerte calor que hacía en la ciudad, con temperaturas sobre los 40 grados. Por el hueco que quedaba, se coló el agua de una breve tormenta y hubo que parar el juego durante unos minutos para secar las líneas de saque. Más tarde, el problema fue un foco que se fundió y que provocó otro parón indeseado. Thiem lo pasó mal con tanto trajín, visitó un par de veces los vestuarios e incluso le dijo a su equipo que tenía ganas de vomitar, pero aún así supo lucir de nuevo las virtudes de su juego, su potencia de golpeo descomunal y ese espíritu de lucha que se compara ya con el de Nadal.—NACHO