Haaland, el tanque aerodinámico
El punta, aunque pueda no parecerlo, es rápido, coordinado y se puede adaptar a cualquier esquema
Lo que tiene el noruego es una innata contundencia en la definición.
Cada día que pasa el kilo de Haaland sube su precio en la cesta del fútbol. El noruego es un futbolista atípico, contradictorio. Con su 1,94 parece de primeras un “no, pero sí”. Al verle no crees que sea rápido para jugar al espacio y, de repente, rompe en velocidad entre central y lateral ganando la posición. No piensas que sea coordinado y te remata de primeras un centro lateral abriendo abductor y cambiándola al otro palo. Así fue el primer gol de la nueva Bundesliga, un ejercicio perfecto de lectura y precisión que viene en el libro de instrucciones de los grandes nueves del fútbol.
Con sus condiciones, consideras que puede jugar solo en un esquema específico, y no, se puede adaptar al 1-4-42, al 1-4-3-3 o a cualquier otro. A su edad piensas que le puede pesar la responsabilidad de los focos y no, su seguridad despierta una voracidad dentro del área que le hace tener el gatillo siempre levantado. Con 19 años (no lo olvidemos, ¡solo 19 años!), es obvio que tiene cosas que mejorar, como el juego posicional o acomodar el cuerpo para controles en parcela de 2x2, y siempre queda la incógnita de cómo gestionará un escudo en vez de una camiseta. Lo que tiene es algo innato y muy envidiable que se llama contundencia en los metros finales, y eso es lo que hace ser el delantero más cotizado de Europa con su progresión exponencial. Matthäus le aconsejaba que se empadronase un par de años en Alemania antes de dar el salto, y no le puede faltar razón al bueno de Lothar, pero las actuaciones de este tanque aerodinámico te invitan a no dejar que la balanza siga cogiendo peso. Erling Braut Haaland es un futbolista que rompe barreras y tópicos, es un “no, pero sí” a primera vista, que a cada partido que pasa más se difumina su DNI.
Deseado Con solo 19 años, es el delantero más cotizado de Europa