Las medidas para minimizar riesgos
Vuelos chárter, 80 personas por equipo y test desde las fábricas
Las fábricas de la F1 se ponen en marcha. En un año normal la FIA obliga a cerrarlas durante dos semanas en el verano, pero esta temporada habrán sido 63 jornadas forzadas a escoger entre marzo, abril, mayo y junio, con la persiana bajada, para limitar gastos ante la incertidumbre sobre las fechas de regreso. Y en este caso se suma la particularidad de que la vasta mayoría del personal no estaba de vacaciones, sino con el empleo suspendido.
En las últimas semanas, Maranello reemprendió progresivamente su paso, con Ferrari alternando trabajo presencial y remoto, y este lunes se sumaba Alpha Tauri, en Faenza. Poco a poco, el resto de fabricantes vuelven a funcionar.
En ambos casos, por ahora sólo regresa a las instalaciones un número limitado del staff. Las mascarillas son obligatorias, los test de temperatura están a la orden del día e incluso se deben someter a una prueba serológica de COVID-19 antes de cruzar las puertas. Y eso que se presumen semanas intensas: como apenas se podrá modificar el coche entre 2020 y 2021, hay cierta presión para optimizar evoluciones desde las primeras carreras de la temporada.
Al respecto del teletrabajo, escribe Mattia Binotto, jefe de Ferrari, en un artículo de ‘La Gazzetta dello Sport’ celebrando el Día de Italia: “La tecnología nos ha ayudado pero no puede reemplazar el contacto con la gente. Si algo echo de menos es charlar con compañeros en la fábrica o los bancos de prueba. Hace unas semanas el trabajo regresó a Maranello y aunque muchos aún trabajan en remoto, es bueno poder ver a algunos de ellos”.
Carreras. Para minimizar el riesgo de contagio en los circuitos a partir de Austria, especialmente pensando en el personal de las escuderías, la F1 ha anunciado varias medidas. Primero, test antes de viajar a todos los miembros y también durante el fin de semana de competición, igual que se someterán a pruebas los comisarios u operarios locales. No habrá espectadores, invitados o patrocinadores y los equipos viajarán con lo imprescindible (80 personas). Se llegará a los países en vuelos chárter y no habrá dos escuderías en un mismo hotel. La distancia social será obligatoria y eso alterará procedimientos como el podio.