Podía irse libre el próximo julio, pero no aguantó más
¿Merecía la pena este conflicto a diez meses de quedar libre?.
Esta es la pregunta clave. El 2-8 actuó como espoleta de una serie de frustraciones y desencuentros de Messi con la actual junta, por los que el jugador ya no ha podido aguantar más y necesita un cambio de aires y cerrar una etapa ignorando que lo más sensato probablemente era esperar a que se extinguiera su contrato. Y más, en un año electoral en el que sabe que Bartomeu no seguirá.
¿Cómo reaccionará la afición con su ídolo?.
En un club en el que nadie parece estar de acuerdo en nada y en el que todos son facciones, Messi había logrado ser el único punto de unanimidad, pero eso ya se ha roto. Se ha pasado del 100% a favor de Leo a sectores que empiezan a verle con malos ojos, decepcionados por el trato que da Messi a la entidad, que va más allá de Bartomeu. El silencio clamoroso del jugador tampoco ayuda. Sigue teniendo la mayoría, pero decreciendo.
Harto
Insólito Ha dejado de tener el apoyo unánime de la afición
Koeman Espera el milagro de poder contar con el capitán
¿Encajará en el proyecto de Koeman si sigue?.
Sin duda. En la reunión que mantuvieron hace una semana antes de que se desatara la tormenta, el técnico le reiteró que él iba a ser el pilar sobre el que iba a construir el equipo y que iba a liderar la renovación de un equipo herido. De la misma forma se lo expresó el presidente en un mensaje tras el 2-8 ante el Bayern de Múnich.