España contra Noruega
La Selección bate a una Hungría sin sus estrellas ● Ribera prueba a los suyos para los cuartos de mañana ante los noruegos
La estrategia para el Mundial de los técnicos magiares dejó al partido EspañaHungría prácticamente desnudo, sin adornos de los que disfrutar. Cuando de entrada retiras a tu columna vertebral (portero, central y pivote) y la dejas en la grada para que tome aire, es muy complicado que tengas a otros tres de la misma calidad, y sobre todo con el mismo ritmo, para mantener el juego habitual. Total, que España decidió ganar el encuentro (36-28) y elegir rival en los cuartos de final, Noruega, mientras que los húngaros se apuntaron a enfrentarse con Francia.
Cuando acabe el campeonato se podrá valorar si sentar a Mikler, a Lekai y a Banhidi, y a Pedro Rodríguez, para que lleguen descansados con cuatro días (uno más que los franceses) al choque de este miércoles fue una buena decisión, o si era mejor apostar por Francia que por Noruega. A fin de cuentas los galos llevan un tiempo bastante irregulares, y los noruegos son los vigentes subcampeones del mundo.
No se trata de criticar las decisiones de Hungría, sino de explicar que por ellas salió el choque que salió: aburrido, cuando se esperaban chispas entre dos selecciones que llegaban invictas a este último encuentro de grupos. Sin esa adrenalina quedó un duelo plano, tedioso, que dominó España, que venció por su capacidad de contragolpe, con Gonzalo Pérez soberbio en la portería... y sí, también con errores.
Que los Hispanos en una inferioridad y en ataque sin portero reciban tres goles en menos de dos minutos por fallos en el pase es para comerse los dedos. O que su fluidez, pese a los tantos, en ocasiones sea tan poco esponjosa supone un aviso. Porque si España actúa así ante Noruega no va a tener tantas facilidades.
No se oculta que en un partido rebajado en la tensión también se ceden grados en el nivel de concentración, y eso puede explicar algunos errores de bulto en un enfrentamiento en el Jordi Ribera probó su 5-1 de entrada, y luego el 6-0 con distintas combinaciones en el centro, para terminar con la clásica de Morros y Guardiola. Incluso en ataque apostó por Sarmiento, cuyo concurso a partir de ahora es imprescindible, y le combinó con Entrerríos, juntos en la ofensiva.
Los que disfrutaron fueron los extremos diestros: Solé (8 tantos) y Gómez (7). Si una posición te garantiza 15 goles tienes mucho ganado. Otras buenas noticias: España acaba invicta y sin lesionados, se dosificaron los esfuerzos y todos tienen protagonismo.