AS (Las Palmas)

Rodillo Roglic

El del Jumbo derrota a Pogacar en Arrate para ganar su segunda Vuelta al País Vasco ● Gaudu, vencedor de una etapa de ciclismo espectacul­ar

- JUANMA LEIVA

Primoz Roglic conquistó su segunda Vuelta al País Vasco en una etapa final que se convirtió en una enorme trampa para el UAE de Pogacar y McNulty, y en un maravillos­o espectácul­o para el espectador. Los apenas 112 km que llevaban al pelotón hasta Arrate fueron el terreno en el que se vivió una jornada de ciclismo ofensivo de la que salieron dos triunfador­es, el esloveno del Jumbo y un David Gaudu que fue el único que pudo aguantar su ritmo para llevarse la victoria de etapa.

Roglic, que lució en el podio su segunda txapela (tras la de 2018) y acumuló el 53º triunfo a sus 31 años, dio una exhibición para derrotar a su compatriot­a y gran rival Pogacar, y para despejar las dudas que se habían creado sobre su estado de forma y las estrategia­s del equipo. Y era el día propicio, porque la etapa se convirtió en una emboscada en la que cayó de lleno el UAE del ganador del Tour y del hasta ayer líder McNulty. Ya desde el principio se formó una fuga de mucha calidad (Enric Mas, Carapaz, Tolhoek, Hirschi, Carthy, Fraile...) cuyo objetivo era que los principale­s equipos colocaran a sus peones en vanguardia. Todos serían claves más adelante.

El Astana andaba con ganas de liarla y vaya si lo logró en el descenso de Gorla. Estiró al grupo y McNulty quedó cortado. Pogacar le acompañó en labores de gregario. El problema es que todos sus rivales se fueron por delante y dieron caza a los fugados. Valverde se encontró con Mas y Verona, mientras que Roglic, con Tolhoek. Los dos grupos comenzaron a tirar como posesos en una persecució­n sin cuartel que duraría el resto de etapa. La carrera se se planteaba en ese momento como un todos contra el UAE, que rodaba con Pogacar y McNulty, al que se unió un Hirschi, que se dejó caer al ver que la situación comenzaba a ser dramática.

Por delante, Roglic vio que era su día y aceleró en las terribles rampas al 17% de Krabelin (la vertiente dura de Arrate, que luego sería meta por la clásica). Landa, en un día en el que le “faltaron las fuerzas”, y Valverde (“qué pena ese momento de debilidad”, dijo luego) no podían seguirle. Sólo dos reputados escaladore­s como David Gaudu y Hugh Carthy lo lograron. El grupo de Pogacar, que ya había visto cómo McNulty reventaba, cazaba a los españoles y la carrera cambiaba: ahora era un todos contra Roglic.

Pero el esloveno encontró un fiel aliado en Gaudu. Ambos dejaron a Carthy y llegaron a un pacto: para el francés el triunfo y para Roglic la general. “Nos dijo que era lo único que le importaba”, reveló luego el ganador de la etapa. Ambos entraron en Arrate con los brazos levantados y Pogacar, derrotado, lo hacía con Vingegaard a su rueda. ¡Encima el escudero de Roglic le privaba del segundo puesto! “Estoy muy orgulloso de cómo ha trabajado el equipo”, analizó luego el líder de un Jumbo que, a 77 días del inicio del Tour, funcionó como un reloj.

Pacto Roglic encontró la ayuda de Gaudu y no le peleó la etapa

 ??  ?? Primoz Roglic rueda en cabeza de un grupo en el que también marcha David Gaudu (izquierda) durante la etapa de ayer en la Vuelta al País Vasco.
Primoz Roglic rueda en cabeza de un grupo en el que también marcha David Gaudu (izquierda) durante la etapa de ayer en la Vuelta al País Vasco.

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