Sin frescura, oficio y experiencia
Pasado el sofocón de ver deslavazado al equipo frente al Chelsea, con una primera media hora que pudo ser trágica y aguantando el resto del partido sabiéndose físicamente inferior, no queda otra que agarrarse a la principal ventaja que tiene esta plantilla sobre los británicos: la experiencia. La veteranía de la mayoría de jugadores blancos, que sufrieron una barbaridad en el alto voltaje del inicio de partido, tiene que servir para hacer una buena lectura del choque de vuelta y saber que no les conviene un duelo de espacios en el que haya que estar siempre en quinta velocidad. Aunque el resultado sea favorable a los de Tuchel, el Madrid no se debe volver loco desde el inicio, ni mucho menos, porque hay jugadores fundamentales con poca gasolina, incapaces de competir a tope de revoluciones con un rival más fresco.
Por el contrario, el Real Madrid tiene que tirar de oficio para saber protegerse y exponerse lo justo, haciendo buena la seguridad defensiva que le ha hecho encajar tan pocos goles en los últimos dos meses. Esa será la clave, mantenerse vivo en la eliminatoria y esperar el momento oportuno para hacer daño, con Benzema y con los balones aéreos como casi únicos recursos, pero demostrándole al rival que nunca te va a doblegar del todo. La recuperación de Mendy y Fede Valverde será fundamental para aportar oxígeno, pero la clave estará en demostrar más oficio y sapiencia.