“Esto iba a pasar”
Taaramäe pierde el liderato en la caída masiva que afecta a López, Nieve, Bardet, Carapaz, Landa...
La tensión, el viento, la lucha por la posición de los equipos de velocistas y favoritos… estalló a 12 kilómetros de Albacete. Una montonera cuando más rápido marchaba la carrera afectó a medio pelotón. Entre los más tocados, Romain Bardet y Mikel Nieve. El escalador español se llevó un golpe tremendo y, aunque consiguió cruzar la línea de meta, fue llevado directamente a la ambulancia. Según pudo saber AS, los doctores le trataron de cortes en la ceja, el mentón y el codo. Tras las primeras curas y casi una hora de atención médica, el navarro abandonó el vehículo algo grogui, pero celebrando que no tenía fracturas.
El accidente tuvo también consecuencias en la general. Rein Taaramäe, que ya se había ido al suelo camino de Molina de Aragón, se volvió a caer. Por mucho que luchó, entró en Albacete a 2:21 de Philipsen y se dejó el liderato. Otros claros favoritos a la general también se vieron involucrados. Mikel Landa no pudo salvar la terrible montonera y recibió un impacto en la mano, pero esperaba que no sea “nada grave”. Richard Carapaz (Ineos) también quedó rezagado, igual que un Miguel Ángel López (Movistar) que además se pegó un golpe en el costado con otra bici. Afortunadamente, ambos lograron entrar en el pelotón. El colombiano de los telefónicos se marchó al hotel en bici. Buena señal. Una muestra de todo lo que se había avisado.
“En cualquier momento iba pasar, hay muchos nervios, vamos muy juntos...”, analizó Landa. Erviti, del Movistar, lo explicó así: “Es que todos los días son un examen, ya se observa en el recorrido, que todas las etapas tienen su miga. Era un día que se prestaba a esto”. Y la buena colocación ayudó a algunos como Bernal, que sintió “la caída justo al lado”, pero tuvo la suerte de salvarla. Otros como el Astana, bloque al que se vio en cabeza también, no tuvieron la misma suerte. “No pude evitarla. Me comí al de delante y me arrollaron por detrás. Estoy muy dolorido, habrá que evaluar, pero espero continuar”, comentó Izagirre.
Y es que finalmente no hubo abanicos como se preveía, pero sí apareció el viento, que llegó a dar de costado en algunas fases de la jornada, lo que provocó que todos los equipos quisieran ir delante. “Esa tensión provoca frenazos y que limemos mucho”, dijo Izagirre. Más gráfico fue Imanol Erviti: “Nos fuimos todos al montón”.
Nieve
El navarro, muy perjudicado con cortes, pero sin fracturas