Un penalti que pudo costar una Liga
■ El Atlético recibe al Elche todavía con el temblor en el cuerpo por la última vez que se vieron las caras. Fue el 1 de mayo, en el Martínez Valero y a falta de cinco jornadas del final de Liga. El conjunto rojiblanco había comenzado mal su maratón de visitante, con tres salidas consecutivas y una derrota en San Mamés. La ventaja se había ido perdiendo y el Atlético sumaba dos puntos más que Real Madrid y Barcelona, por lo que cualquier pinchazo podía costar el liderato. El equipo de Simeone comenzó mandando y se adelantó a los 23 minutos con gol de Llorente. Una gran primera parte con poco premio. Sin embargo, el miedo a perder la ventaja fue atenazando a los colchoneros… hasta el último minuto de encuentro. Un centro desde la izquierda se convertía en una falta peligrosa en contra por una mano inexistente de Trippier y un brazo despegado de Llorente conllevaba un penalti dramático. La afición rojiblanca rezaba a Oblak y Fidel se dispuso a marcar… pero se estrelló con el palo. Una suerte para el esloveno, que si hubiese intervenido se hubiese repetido el lanzamiento. El balón se topó con la madera y el Atlético salvó tres puntos agónicos. Después vendría un empate en el Camp Nou y tres victorias, con remontadas ante Osasuna y Valladolid, para acabar levantando el título. Ese penalti a la madera acabó valiendo medio título.