La afición regresa a Ipurua con el trago amargo de Segunda

Sielva se mide con su exequipo

Ipurua reabre sus puertas. Cuando el público acudía al feudo armero, disfrutaba del sueño de Primera. Siete años por las nubes. Ahora, tras el descenso, vivirá otra realidad, más triste, la de Segunda. El Eibar recibe a la Ponferradina y serán cerca de 800 los afortunados que disfrutarán de su equipo desde las gradas tras casi año y medio de espera.

Los pupilos de Garitano no arrancaron con buen pie la Liga, tras perder la pasada jornada en el campo del Huesca, otro de los gallos, pero en este caso el tiempo juega a favor de los de casa, ya que con tanta nueva adquisición se antoja difícil confeccionar un equipo competitivo tan pronto.

Después de ganar en la primera jornada al Alcorcón, la Ponfe busca sus primeros puntos fuera de casa. Bolo repitió la misma convocatoria de la primera jornada y, posiblemente, hará lo propio con el once inicial, con la duda de si Pascanu entrará ya por Copete en el centro de la zaga o esperará una semana más para completar su particular pretemporada después de participar en los Juegos. El morbo del partido estará en la presencia como azulgrana de Sielva, uno de los líderes de la Ponfe durante las últimas tres temporadas.