La inestabilidad de Red Bull
Desde que llegó en 2016, Verstappen ha tenido cuatro compañeros ● Y Pérez es duda para 2022
La filosofía de Red Bull desde que entró en la Fórmula 1 fue clara: llevar de la mano a grandes talentos desde las categorías inferiores hasta el Gran Circo. El objetivo de la escudería energética era madurar por el camino a futuros campeones y depositaron su confianza en Helmut Marko. Acertó de lleno el austriaco con la apuesta de un Vettel que llenó de optimismo a una estructura junto a la que se proclamó tetracampeón del mundo tras haber militado durante año y medio (2007 y 2008) en Toro Rosso. El alemán dejó con su marcha un alto grado de optimismo, que con el paso de las temporadas se ha degradado en base a la realidad.
La presión ha sido la encargada de haber borrado el brillo de un proyecto en el que durante los últimos años solo ha existido un piloto que ha contado con el apoyo total del equipo: Max Verstappen. El neerlandés llegó en 2014 para evitar que se lo llevase Mercedes y este fichaje supuso la primera brecha de una filosofía que solo pretendía subir a su monoplaza a pilotos de su cantera. Maquillaron esa ‘traición’ colocando al joven neerlandés en el filial de Red Bull y a mediados de 2016, depositaron toda su confianza en una promesa que les devolvió el favor a modo de victoria. Algo que no veían desde Spa 2014 y que además de devolver la esperanza al box, también se encargó de marcar el inicio de una inestabilidad que se ha prolongado hasta la actualidad.
Ricciardo, también procedente de la cantera de Red Bull, era el otro protagonista en el garaje por aquel entonces. El australiano era un potencial campeón del mundo, pero la llegada de Verstappen lo cambió todo hasta el punto de anunciarse la marcha de Daniel dos años más tarde. Fue ahí cuando empezó el baile y llegó Gasly, el primer relevo en una lista que podría seguir creciendo esta temporada.
El francés solo duró 12 carreras, con un cuarto como mejor posición, tras acusar una presión insostenible que se echó Albon a sus espaldas. No mejoró el británico las actuaciones de su antecesor, pero al menos sí tuvo la oportunidad de seguir demostrando su potencial un año más hasta que vivió el mismo desenlace: quedarse sin asiento en Red Bull.
La búsqueda del éxito por parte del equipo energético era tan desesperada que rompieron con toda su filosofía al anunciar el fichaje de Sergio Pérez. La llegada del mexicano, que aterrizó en Milton Keynes sin el cordón umbilical que debía unirle desde las categorías inferiores al proyecto, le convirtió en el cuarto rival de Verstappen dentro del garaje suponiendo esta la cifra más elevada de cambios de compañero en el último lustro. Nadie ha compartido equipo con tantos pilotos en estos últimos cinco años como Max. La figura del neerlandés, al que han querido retener a toda costa en Red Bull, ha sido incuestionable mientras que de nuevo se vuelve a poner en duda el valor de un piloto que precisamente entró en la ecuación tras haber vencido un gran premio por primera vez, en Sakhir con el Racing Point.
Aviso. Este año, también ha subido al RB16B a lo más alto del podio en Bakú, pero los resultados no le garantizan nada. “Debería ser más consistente”, le avisa Marko. Red Bull busca alternativas para el mexicano, volver a tirar de cantera es una opción si le retirasen la confianza a Checo, pero ahora solo queda esperar, como adelantó el asesor: “Estamos valorando opciones, pero no voy a decir nombres. La intención es confirmar a los pilotos de Red Bull y Alpha Tauri a la vez”. Entre Spa y Zandvoort, quizá se despejen las dudas.
Historial Ricciardo, Gasly, Albon y ‘Checo’ han corrido junto a Max