Ilusión por Ansu
Se entrenó ayer con el grupo para reaparecer después del parón ● Hasta su lesión, acumulaba récords de precocidad y es la esperanza de los culés
En el Barça de estos díás, esperanza se dice Ansu Fati. No puede ser de otra manera por dos motivos. Para empezar, la institución está en una situación delicadísima que hace pensar en años de valle, difíciles de llevar siempre en los grandes transatlánticos del fútbol. Para seguir, Ansu ha sido una máquina de pulverizar récords de precocidad, llevándose por delante si hacía falta a Leo Messi. Ese cocktail lo convierte en la ilusión azulgrana del futuro.
Ansu se entrenó ayer con sus compañeros por primera vez después de caer lesionado el 7 de noviembre en un partido de Liga contra el Betis. Será, posiblemente, el penalti que jamás quiso forzar en su carrera. Mandi le entró y su menisco hizo crack en una acción fortuita que requirió de cirujía dos días después. El club anunció una baja de unos cuatro meses. Pero algo fue mal en la operación. El 4 de enero, se sometió a una segunda artroscopia. Tampoco fue una solución. Después del fracaso del doctor Cugat, pidió consejo a los doctores Bernard Cottet, en Lyon, y Antonio Maestro, en Gijón. La tercera operación debía haber solucionado el problema. Pero no fue así. Ansu tuvo que recurrir, vía Jorge Mendes, al doctor José Carlos Pinto Noronha. Esta cirujía, con una recuperación a medio camino entre Madrid, Barcelona y Portugal, sí ha funcionado.
Meses duros para Ansu, que ha tenido que trabajar en la oscuridad cuando más
Calvario
El jugador de Guinea-Bisau ha tenido que superar cuatro operaciones
le iluminaba el foco y batía récords de precocidad: goleador más joven de la historia del Barça con 16 años y 304 días; goleador más joven de la historia de la Champions con 17 años y 40 días. Goleador más joven de la Selección con 17 años y 311 días.
Casi diez meses después, Ansu se viste de corto para entrenarse con el grupo. Su regreso se estima para después del parón, sea contra el Sevilla o en el primer partido de la fase de grupos de la Champions. No es una reaparición normal. El barcelonismo está huérfano de ídolos. Ansu es una cara que ilusiona. Fresca, joven, de La Masia. Y con un potencial que nadie conoce, seguramente ni él. En el Barça toca hacer un ejercicio de fe por la era Ansu.