Hamadtou: tenis de mesa con la boca y con los pies
El egipcio sorprende al mundo
Sus pies sostienen la bola. La lanzan hacia arriba. Es entonces cuando Ibrahim Hamadtou (Damieta, Egipto, 1973) la golpea con la pala que sostiene en la boca. Su técnica ya fascinó en su debut en los Juegos de Río. Su tesón sigue impresionando en el Tokyo Metropolitan Gymnasium. El jugador de tenis de mesa se estrenó ayer con el coreano Park Hong-Kyu y perdía (3-0) en la modalidad clase 6, para atletas con deficiencias severas en brazos y piernas. “Estoy triste por la derrota, pero espero ganar el próximo duelo”, explicaba a los medios españoles.
Más allá del resultado, su ritual es hipnótico, trazado desde el sacrificio de quien tardó tres años en encontrar la manera. Prueba y error.
Primero lo intentó sosteniendo la raqueta bajo la axila. Después, con la boca.
Como en un partido, Hamadtou tuvo que remontarle a la vida cuando le amputaron los dos brazos con diez años tras un accidente de tren. Estuvo tres años sin salir de casa, pero halló en el deporte un estímulo. El reto apareció pitando un partido de tenis de mesa entre amigos. Uno de ellos, molesto, le espetó: “No interfieras, tú nunca podrás jugar”. Debutó con Egipto en 2004.
Su historia de superación y las redes sociales le han convertido en estrella mundial y tiene un documental del Channel 4 británico. Su lema es ‘Nunca te rindas’; su sueño, conseguir una medalla: “Mi caso demuestra que cualquiera puede hacer cualquier deporte”.
Accidente Perdió los dos brazos por culpa de un tren