¡Bernabéu metió ocho goles al Barça!
El mito madridista protagonizó una histórica semifinal contra el máximo rival en 1916
EI Santiago Bernabéu es una institución en el Real Madrid. El legendario presidente pasó a la historia del club por su magnífica gestión entre los años 1943 y 1978. Sin embargo, antes de triunfar como directivo, Bernabéu fue también ídolo como futbolista.
Entró como juvenil en el que, por aquel entonces, se denominaba Madrid Foot-ball Club. Tras destacar en categorías inferiores, debutó con 16 años (1912) en un amistoso y, dos temporadas más tarde, en partido oficial. No tardó en enganchar a la afición del estadio O’Donnell, donde jugaban los blancos como locales. Un goleador insaciable que formaba junto al francés René Petit una de las parejas de época.
Uno de los mejores momentos de Bernabéu como jugador llegó en 1916. Madrid y Barcelona se enfrentaron en una semifinal de Copa en un duelo cargado de tensión que sería la semilla de la rivalidad que se vive hoy en día entre ambos equipos. El futbolista nacido en Almansa fue la estrella indiscutible de aquella eliminatoria, que se acabó decidiendo en cuatro partidos y con mucha polémica.
El 26 de marzo, el Barça ganó la ida por 2-1. La vuelta fue una semana después y los de la capital, envalentonados por la derrota, golearon a los blaugranas por 4-1. Empezó entonces el show de Bernabéu, que marcó tres goles en aquel choque. Por aquel entonces, la diferencia de goles no se tenía en cuenta a la hora de desempatar una eliminatoria, por lo que Madrid y Barcelona jugaron un desempate en O’Donnell días más tarde.
Aquel encuentro está en la historia de ambos equipos. El primer tiempo acabó 2-2, uno de los goles de Bernabéu, y los 90 minutos con 4-4. Fue en la prórroga donde el mito madridista se vistió de héroe marcando el 5-4 y, después de que el Barça se pusiera 5-6, anotando sobre la hora el definitivo 6-6, que llevaba la eliminatoria a otro apasionante desempate.
En el cuarto y definitivo encuentro, también disputado en O’Donnell, el Barcelona volvía a ponerse por delante (0-2), pero un inspirado Bernabéu empataba el partido con dos goles y forzaba otra prórroga. En la misma, dos asistencias suyas a Aranguren fueron determinantes (4-2). Los catalanes pidieron que se anulase el último tanto por falta al portero, pero el árbitro no indicó nada. Su respuesta fue marcharse del campo antes del pitido final. En aquellos partidos, Bernabéu empezó a forjar su leyenda, que dura todavía hoy día.
Artillero Jugaba de delantero y tenía una gran facilidad para marcar