Alaba y Vinicius son la diferencia
El Madrid se lleva el Clásico por su mayor talento individual
Esperar el momento. En un Clásico de mínimos se impuso el talento. El de Alaba y Vinicius, cada uno en lo suyo y en lo del otro, para guiar al Madrid ante un Barcelona al que le cuesta reconocerse. No es que el equipo de Ancelotti fuera mejor. Sabía que le bastaba con acertar en las transiciones y se apoyó en el partido colosal de Vinicius. Estuvo perfecto en las decisiones, supo cuándo lanzar y cuándo aguantar, y sobrepasó a Mingueza y a Dest hasta que le duró el depósito.
■ Simplificar la salida. El Barça se sitúa con la línea adelantada y Alaba tiene tiempo y espacio para buscar la amenaza de Vinicius al espacio. La ruptura del brasileño a la espalda de Mingueza lo hace todo más sencillo.
Errado. Se equivocó Koeman con las posiciones de Memphis y Ansu. Se intercambiaron muchas veces, aunque era preferible dejar a Ansu en la banda para encarar a Lucas. También recató las subidas de Alba hasta el 0-1. Sí atinó en la entrada de Coutinho, el jugador culé más afinado con el permiso de Busquets. Entre líneas, a los lados de Casemiro, hiló el juego. Lo que nunca hicieron De Jong y Memphis. El talento que se espera en el Barça y que el Madrid ya tiene.