El Sevilla reina en el caos
Ocho goles en Nervión, cinco de ellos de los de Lopetegui, que siguen muy arriba El Levante no sale del descenso
Atracón de goles en la sobremesa de Nervión. Ocho tantos, cinco del Sevilla y tres del Levante, para un menú digno de LaLiga. Los de Lopetegui siguen muy arriba tras derrotar a su rival, que se mantiene en puestos de descenso a pesar de haber anotado hasta tres veces, después de cuatro jornadas sin marcar.
El fútbol del Sevilla, que apenas había recibido otros tres goles en las anteriores ocho jornadas, no se pareció al que suele verse con Lopetegui. Porque entre tanta pizarra, la pelota sigue perteneciendo y pertenecerá a los artistas.
Suso, Morales, Óliver Torres... La magia del extremo gaditano iluminó el juego del equipo de Nervión. Muy pronto, en el 7’, Óliver Torres se disfrazaba de Óliver Atom para marcar el que seguro será uno de los goles de LaLiga, su inapelable volea en un córner bien botado por Augustinsson. Rafa Mir aumentó la ventaja en el 24’, con la colaboración de Aitor.
“Sentía una gran nostalgia, de qué no podría decirlo, pero era una gran nostalgia de una vida pasada y de una vida futura”, escribió el italiano Antonio Tabucchi en la deliciosa novela Sostiene Pereira. De momento, este Levante con ese mismo apellido sigue anclado en la melancolía del fútbol frenético, de intercambio de golpes, que pregonó con tantos y merecidos adeptos Paco López. Soldado y Morales ya habían probado a Dmitrovic, otra de las novedades de la alineación sevillista, y El Comandante le batió (2-1, 33’) con un derechazo a la escuadra, inapelable, que parecía meter a los granotas en el partido. Diego Carlos aguaba algo las esperanzas azulgranas cuatro minutos después, con un cabezazo inapelable.
Munir amagaba con sentenciar en el 49’ con un zurdazo (4-1) pero dos errores defensivos impropios de Dmitrovic y Diego Carlos permitieron que el incombustible Morales y Melero, a pase de Dani Gómez, recolocaran el suspense en el marcador. Tres minutos después, otro eterno, Navas, asistía a Fernando para el 5-3. Quedaban ocasiones, dos palos y hasta una amago de penalti que corrigió el VAR. Pero se había agotado la eficacia.
Suspense
Los errores de Dmitrovic y Diego Carlos apretaron el marcador