La estrella al Sheriff
Kroos y Benzema, los otros goleadores ● A los de Ancelotti les basta un empate ante el Inter para acabar primeros de grupo
el paralotodo del Bernabéu. La segunda también la preparó, pero el cabezazo de Benzema se marchó alto. En cualquier caso, el Madrid es un equipo que disfruta al espacio y espesa en el juego posicional. Lo que no encontró en su dominio se lo dio un golpe de suerte. Casemiro forzó una falta al borde del área. Alaba la lanzó con poca gracia, al palo del portero, pero una barrera mal colocada y un pie inoportuno de Cristiano dejaron a Athanasiadis con el molde y al Madrid camino de los octavos.
No había necesitado mucho para verse ahí y tampoco se esmeró demasiado en ir más allá. Quedó la impresión de que no merecía la pena gastar mucho para asegurar el pase. Aun así, tuvo el 0-2 antes del descanso. Llegó hasta la línea de fondo Mendy y voleó alto Carvajal. Una conversación entre laterales, que le dan al Madrid mucho vuelo cuando se atreven. No ha sido frecuente en los últimos tiempos.
Incluso tomándose un respiro el Madrid era ya abrumadoramente superior. Los milagros de un día (el de los moldavos en Madrid) no hacen proyectos de un año. En el descuento de la primera mitad Kroos le arrancó definitivamente la estrella al Sheriff con un supergol, un remate de derecha colocado a la escuadra que necesitó el plácet de la tecnología de gol para llegar al marcador.
Ahí acabó todo. El Madrid, a partir de entonces, alfombró su victoria en una posesión exagerada de la pelota en campo contrario y en un buen aprovechamiento de sus oportunidades. En esa dinámica apareció Benzema para cazar una pelota al borde del área y sin apenas impulso la mandó a la red. Quién hubiera dicho hace una década que ahí había un matador de ese tamaño.
El 0-3 dio paso a la política. Vernydub cambió a sus mediapuntas más para contentar a los suplentes que para dar un volantazo imposible. Y Ancelotti, que también es de carrera diplomática, metió a Marcelo. Mendy tenía una tarjeta y eso justificaba el cambio. Después se fueron Carvajal y Alaba, este lesionado. Una mala noticia con consecuencias. A esa defensa nueva le hizo tres ocasiones el Sheriff en la misma jugada para establecer la frontera entre titulares y suplentes. Ancelotti completó los cambios tarde, visto el panorama, y esta vez no le tocó a Isco para evitarse otra cara de chupar limón. Pero ahí siguieron Kroos y Modric, manifiestamente dosificables. Los necesitará ante el Inter, ante el que un empate vale para entrar en el bombo de los tiburones.
REPORTAJE GRÁFICO JAVIER GANDUL