Un año sin Maradona
El 10 sigue presente para lo bueno, con homenajes, pero también para lo malo, con procesos judiciales abiertos
Maradona sigue vivo. En las calles de Buenos Aires y las de todo el país. Hace unos días, en San Juan, aprovechando la visita de la selección, también hubo tiempo para homenajear al jugador nacido en Villa Fiorito, en la más absolutas de las miserias. Cada cancha del fútbol argentino tiene una bandera recordando al personaje más grande que dio el país y hace unas semanas aprovechando la fecha de su cumpleaños, la gente salió a las calles para seguir festejando su aniversario.
Hoy, el aniversario es otro, el del fallecimiento. Aquel 25 de noviembre de 2020 el mundo se paralizaba. Argentina, en plena pandemia, era un llanto. La gente comentaba la noticia que el Diario Clarín sacaba a la luz: murió Diego Armando Maradona. Cuando un acontecimiento de esta magnitud sucede, todos se acuerdan de dónde estaban y de qué estaban haciendo. La noticia rebotaba a todo el mundo. Maradona era global, uno de los personajes más importantes del mundo por su trascendencia, por lo que generaba en la gente.
A 365 días de su deceso, Diego sigue presente. En lo bueno y en lo malo. Si lo bueno son los homenajes que recibe, como el de hace algunas semanas en la cancha de Argentinos Juniors o la peregrinación de hinchas argentinos a Napoli, lo malo son las continuas peleas entre familiares, los intentos de sacar réditos económicos por parte de los entornos y lo lento que será el proceso judicial abierto para encontrar a los culpables que llevaron a Maradona a la situación que a la postre fue la causa de su defunción.
Eso sí, el legado de Maradona será más fuerte que todos estos problemas. Como pasó toda la vida, siempre habrá gente que se aproveche de la imagen de Diego. Pero hay que intentar que los más chicos, que los que no vieron jugar a Maradona, sepan lo que significó para el fútbol.
Desde Villa Fiorito, su nido, a La Paternal, su primera casa. Desde La Bombonera, su lugar en el mundo a Nápoles, su pequeño reino. Ahí, Maradona era Diego. En Rosario lo supieron disfrutar, en Barcelona aprendió lo que es Europa y en Sevilla conquistó a media ciudad. México vio a un Maradona renacido y La Plata cerró el círculo disfrutando de los últimos días. Maradona fue, es y será de todos.
Recuerdo Los hinchas argentinos peregrinan a Nápoles para honrar su leyenda