El Madrid pasa por encima al Baskonia
Heurtel (9 asistencias) lleva la batuta en Vitoria en una gran demostración colectiva
El Baskonia se había convertido en un coco para el Lasismo en la Euroliga y, de hecho, aún domina el balance por 7-6, pero ayer el ogro fue el Madrid. Agarró un triunfo incontestable en una demostración de enorme solidez en la que solo chirriaron sus 16 pérdidas. Otro éxito coral en el que nueve jugadores acabaron con entre 7 y 13 puntos y Heurtel llevó la batuta. Otro triunfo de un bloque que amenaza con ser más fuerte con la incorporación inminente de los lesionados (Alocén, Taylor, Randolph y Thompkins siguen de baja), un rearme en toda regla. El Real cierra además la racha negra de la temporada pasada en la que perdió sus seis partidos europeos ante adversarios españoles.
La visita blanca era un buen momento para confirmar el progreso vitoriano, una oportunidad para dar una zancada que valiese por tres, pero “el Madrid juega a otro nivel”, resumía Spahija. Del 9-5 con Enoch enchufadísimo a un parcial de 2-18 que puso en órbita al Real, que lo elevaba a otro nivel y solo era el inicio (Causeur, brillante). En pista, a la vez, los cuatro franceses y los cuatro exbaskonistas, tres comparten vínculo (Heurtel, Causeur y Poirier), los otros dos son Yabusele y Hanga. Luego entraría Rudy y se desató la tormenta. Primero en un cara a cara entre Heurtel y Baldwin: mate del americano, roce con el francés, triple de este y encontronazo entre ambos saldado con doble antideportiva. Era la primera diana de tres de ese cuarto, la cuenta se elevaría a 7. “Un fuego a discreción” gritado por Laso que acribilló al Baskonia, que sufría el síndrome de la manta corta: trató de taparse los pies (las canastas fáciles o en la zona del inicio) y se destapó el cuello (los tiros abiertos, la línea de tres).
Enfrente, solo Granger generaba algo y Fontecchio parecía infrautilizado. El rifirrafe metió mucho a Heurtel en el duelo, con sus tiritos de media distancia (12 tantos) y un repertorio inabarcable de asistencias (9). La brecha era irreparable. Noviembre blanco, el Madrid afronta el parón de selecciones con nueve victorias seguidas.