Adiós a la cesta punta en EE UU
Hoy cierra el Dania Jai Alai de Florida, el último bastión de la pelota vasca en Norteamérica
El frontón Dania Jai Alai de Florida echa la persiana hoy tras 68 años de actividad. Apaga sus luces el legendario Palace, así llamado por tratarse tiempo atrás del edificio más lujoso de la zona y porque los asistentes iban de etiqueta y los jueces, con frac. El recinto deja de ofrecer para siempre jai alai, esto es, cesta punta.
Se pone fin a un memorable ciclo de casi un siglo de pelota vasca en los Estados Unidos. En los buenos tiempos, los años 70 y 80 del pasado siglo, llegaban a reunirse ocho mil espectadores y los puntistas eran verdaderos ídolos que ganaban sueldos de estrellas. Últimamente, se poblaban solo unas decenas de asientos.
Hablamos de un deporte que causó furor tras desembarcar en los Estados Unidos. El Miami Jai Alai, por ejemplo, abrió sus puertas en 1926. Fue el primero de una serie de cerca de veinte frontones que llegaron a operar al mismo tiempo, dando trabajo a cerca de medio millar de pelotaris, que cumplieron el célebre sueño americano en estados tan dispares como Florida, Rhode Island, Connecticut, Nevada, Illinois, Louisiana, Nueva York, California y Missouri.
A partir de la huelga de pelotaris de 1988 por “prácticas laborales injustas” nada fue igual, se perdió la confianza entre promotores y deportistas. Duró tres años, fue la más larga en la historia del deporte en Estados Unidos. Coincidió este parón, además, con una serie de medidas que ahondaron en la crisis de la cesta punta. En primer lugar, la lotería y otras formas de apuesta fueron legalizadas en Miami. En 1988 se aprobó una ley que permitía que los indios americanos abriesen casinos en sus reservas. Tiempo atrás se tomó la decisión de abrir estos establecimientos junto a los frontones, hipódromos o canódromos, para hacer de estas instalaciones deportivas infraestructuras rentables y asegurar su futuro. Eran los casinos los que tiraban del carro en el aspecto económico, sosteniendo los distintos deportes autóctonos. Ahora los casinos ya pueden funcionar de una manera autónoma.
Todo ello contribuyó a cambiar las costumbres del ciudadano y a vaciar los frontones. En Dania se apuestan unos 760.000 euros al mes, de los que únicamente una cuarta parte se juega en el frontón. Se quedan fuera 28 pelotaris del único cuadro estable de América. La cesta punta se queda en exclusiva en Euskadi.
Viernes, 26