Lopetegui, ante su Hamlet
El técnico del Sevilla se juega el ser o no ser en el reino del danés Braithwaite ● El Espanyol quiere estrenarse en casa
IVÁN MOLERO / LA PREVIA
Algo huele a podrido en Dinamarca”, escribía Shakespeare en su célebre Hamlet, una tragedia en la que se dirimía el ser o no ser, igual que le sucede ahora a Lopetegui ante el arbitrio precisamente del reino danés. El que representa Braithwaite, ídolo local al instante por su debut con gol en San Mamés. Antitético es el rol de su compatriota y compañero de selección Dolberg, pendiente de arrancar igual que todo el Sevilla, y fichado como alternativa entre otros de Raúl de Tomás, quien hasta nuevo aviso vaga como un espíritu, cual Rey Hamlet, por Madrid.
Una derrota frente al Espanyol sería para el técnico guipuzcoano la gota que colma la pócima de veneno, tras un arranque de Liga desolador, con un punto, y sobre todo cuatro días de auténtico espanto, frente a Barcelona (0-3) y Manchester City (0-4). Casi de antagonista ejerce Diego Martínez, el homólogo blanquiazul de Lopetegui con pasado sevillista, y por tanto conocedor de este reino de Hamlet en el que hasta hace no tanto imperaba la alegre comedia.
Viene el Espanyol de vivir su primera victoria, nada menos que en San Mamés con ese gol de Braithwaite, y de meterse en el bolsillo a su nueva afición. Para ponerle la guinda a tal idilio, le convendría sumar sus primeros puntos de la temporada en el RCDE Stadium.
Con Álvaro Fernández asentado en la portería tras su meritorio debut, pese al retorno de Benjamin Lecomte una vez cumplida su sanción, de un partido expulsado también regresa el exsevillista Sergi Gómez, quien a priori rivalizará para un puesto en el eje con Calero, recuperado de la ‘batalla’ de Bilbao.
Se debate entre una defensa de cinco y el 4-4-3 el Espanyol, y también un Sevilla al que retorna Óliver Torres, no inscrito en Champions, en lugar del Papu Gómez, resentido de las molestias que sufrió el martes, en la debacle ante el City. La segunda en una semana horribilis que puede culminar o no en Cornellà. Ser o no ser, esa es la cuestión. Para Lopetegui.